lunes, 30 de junio de 2008

Bohemios, ricos y famosos

Rolando Villazón y Anna Netrebko, bohemios a la fuerza
Tan dado históricamente al divismo, el mundo de la ópera es el único que, desde la tradición clásica, puede competir aún con el del pop a la hora de crear ídolos multitudinarios y de generar expectativas capaces de llenar teatros y hasta campos de fútbol con meses de anticipación, precios astronómicos y revendedores haciendo horas extra. Las multinacionales del disco han entendido bien el fenómeno y a las grandes estrellas del canto les ofrecen un soporte publicitario similar al de las figuras del rock: sesiones de fotos, videoclips, grandes despliegues en los más difundidos medios internacionales, programas de televisión y hasta proyectos cinematográficos.

No cabe duda de que la pareja lírica de moda es la que forman el tenor Rolando Villazón (México D.F., 1972) y la soprano Anna Netrebko (Krasnodar, Rusia, 1971), cuyo primer encuentro sobre las tablas (una Traviata en Múnich en 2003) hizo albergar a los más perspicaces hombres del negocio musical esperanzas de haber encontrado un nuevo filón. Eran jóvenes, atractivos, tenían buena química y su reputación musical estaba en pleno ascenso: a él muchos lo consideraban el delfín de Plácido Domingo, y ella era apreciada como una de las sopranos de timbre más hermoso y medios más versátiles y poderosos de las nuevas generaciones. Siguieron pues algunas otras producciones conjuntas en Los Ángeles (Romeo y Julieta) y Viena (L’elisir d’amore) hasta que La traviata salzburguesa que preparó para ellos Willy Decker en 2005 hizo saltar la banca. El rotundo éxito, que pudo seguirse por televisión en muchos países, recorrió todos los medios (exaltadísimo artículo de Mario Vargas Llosa dedicado a la Violetta de Netrebko incluido). Deutsche Grammophon tenía ya lo que quería: una joven pareja de cantantes de ópera con tirón comercial y prestigio artístico, ¡el trébol de cuatro hojas!

La explotación del fenómeno está siendo en cualquier caso administrada con pausa. Después de aquella Traviata, comercializada en CD y DVD, DG hizo un disco de dúos y ahora presenta esta Bohème que se registró en unas interpretaciones de concierto que se ofrecieron en Múnich en abril de 2007 y que dieron lugar a un proyecto cinematográfico sobre la obra de Puccini que en febrero de 2008 empezó a dirigir Robert Dornhelm y que está previsto se presente en el Festival de Cannes de 2009.



En una obra con tantas referencias discográficas de primer nivel (empezando por la célebre de Pavarotti y Freni con Karajan, una de las producciones más alabadas de la historia de la ópera grabada) resulta difícil ofrecer algo nuevo. Bertrand de Billy, quien fuera director musical del Liceo de Barcelona y que ha contado con los estupendos equipos coral y sinfónico de la Radio de Baviera y con un elenco que, más allá de la pareja protagonista, es de notable calidad y en el que los nombres de Boaz Daniel y Nicole Cabell merecen especial reconocimiento, lo sabe, y ha construido por ello una versión basada en tempi rápidos, en especial en las fundamentales escenas corales, para dar agilidad teatral a la obra, y en mimar a los protagonistas en las escenas íntimas, adaptándose a su forma de frasear y de respirar. Villazón despliega su seductora, cálida y apasionada línea vocal con una Netrebko que en ocasiones parece demasiado fría, acaso tratando de evitar el exceso de sentimentalismo a que tanto se presta su papel. Boaz Daniel ofrece un Marcello riquísimo en matices, aunque parece conectar mejor con la rusa que con el mexicano; Nicole Cabell hace una Musetta tan ligera y brillante como podía esperarse de una cantante que parece llamada para cosas muy importantes. Stéphane Degout (Schaunard) y Vitalij Kowaljow (Colline) completan con sobrada competencia la nómina de los bohemios para un producto que DG presenta con notas y libreto traducidos al español, un detalle menos habitual de lo que los melómanos hispanoparlantes desearíamos.

[Publicado en Diario de Sevilla el sábado 28 de junio de 2008]

La Bohème de Villazón, Netrebko y De Billy
Giacomo Puccini (1858-1924): LA BOHÈME
drama lírico en cuatro cuadros con libreto de Giuseppe Giacosa y Luigi Illica, basado en Scènes de la vie de bohème de Henri Murger

Anna Netrebko, soprano (Mimì)
Nicole Cabell, soprano (Musetta)
Rolando Villazón, tenor (Rodolfo)
Boaz Daniel, barítono (Marcello)
Stéphane Degout, barítono (Schaunard)
Vitalij Kowaljow, bajo (Colline)
Tiziano Bracci, bajo-barítono (Benoît, Alcindoro, Un aduanero)
Kevin Connors, tenor (Parpignol)
Gerald Häussler, bajo (Sargento de aduaneros)
Nicolas von der Nahmer, niño soprano (Un niño)
Coro y Orquesta Sinfónicos de la Radio de Baviera.
Director: Bertrand de Billy
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2 CD DEUTSCHE GRAMMOPHON 477 6600 (Universal) [52'36'' - 52'52'']
Grabación: Abril de 2007



Puccini: "O soave fanciulla" (principio) de La Bohème. Rolando Villazón, Anna Netrebko. Orquesta Sinfónica de la Radio de Baviera. Bertrand de Billy

domingo, 29 de junio de 2008

Mozart expresionista

Quartet Albada
QUARTET ALBADA

Ciclo El Sonido de un Cuadro. Componentes: Farran James, violín I; Alba Roca, violín II; Elizabeth Gex, viola; James Bush, violonchelo. Programa: Fugas nº5 y nº8 del II libro de El clave bien temperado de Bach en arreglo de Mozart para cuarteto de cuerdas; Requiem de Mozart en arreglo de Peter Lichtenthal para cuarteto de cuerdas. Lugar: Museo de Bellas Artes. Fecha: Sábado 28 de junio. Aforo: Casi lleno.

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MOZART EXPRESIONISTA

Formidable cuarteto de instrumentos originales con nombre en catalán y formación cosmopolita (una canadiense, una española, una estadounidense y un neozelandés) para cerrar el extraordinario ciclo de conciertos programado por el Ayuntamiento y organizado por la Asociación de Amigos de la Orquesta Barroca de Sevilla que se ha venido desarrollando en las mañanas de los sábados en el Museo de Bellas Artes.

En programa, tras un bello preludio con dos fugas de Bach arregladas por Mozart, la transcripción que Peter Lichtenthal hizo a principios del siglo XIX del Requiem del salzburgués, un arreglo que tenía como objetivo permitir la interpretación y audición de la obra en el ámbito doméstico y que sigue con bastante escrupulosidad su edición más conocida hoy, la que terminó Süssmayr. El Cuarteto Albada la ha grabado para el sello aragonés Arsis siguiendo así la senda de los Kuijken, que la registraron hace unos años en primicia mundial para el sello Challenge.

Versión bien diferente la que escuchamos ayer en el Museo, que empezó muy rápida y en apariencia ligera, pero que enseguida se cargó de honda expresividad gracias a las contrastadas dinámicas y a sforzandi muy marcados en Introito y Kyrie, antes de estallar en el Dies Irae con un dramatismo de intensidades extremas, casi expresionistas, que fueron provocadas por ataques contundentes, acentos furibundos y una acidez en el sonido que parecía nacido de una fusión entre el genio mozartiano, la pasión de Alban Berg y la guitarra de Jimi Hendrix, quien reapareció de nuevo por el Confutatis. Algún leve desajuste en el principio del Recordare y pequeños roces en el Sanctus no empañaron una interpretación de extraordinario vigor, intensa y agreste, que si en algún punto (Agnus Dei) se acercó peligrosamente al límite de la disonancia, eludió siempre el riesgo de lo chirriante y exagerado con un adecuado equilibrio entre las voces y un elegante y flexible tratamiento del ritmo, que culminó en una visión acelerada y muy vitalista de la fuga final.

[Publicado en Diario de Sevilla el domingo 29 de junio de 2008]

P.S. Cuando hace unos años Sigiswald Kuijken grabó con su cuarteto el Requiem de Mozart en la versión de Lichtenthal para el sello Challenge, publiqué la siguiente reseña en Diverdi:

Frente a los apellidos, la sangre, los títulos y las tradiciones de la aristocracia, la pujante burguesía oponía, pasadas las turbulencias revolucionarias del siglo de las Luces, su poder económico, su fuerza de trabajo y su educación, lo cual tendría no poca incidencia en la transmisión y producción de las actividades artísticas, innegablemente de la música. No sólo las grandes mansiones de banqueros o industriales, sino hasta las casas de los modestos profesionales se convirtieron en excepcionales centros de difusión tanto de la producción camerística como de la música sinfónica, religiosa u operística en adaptaciones especialmente pensadas para el consumo doméstico.

En este ambiente hay que encuadrar la versión del Requiem de Mozart que Peter Lichtenthal (1780-1853) preparó para cuarteto de cuerdas durante su estancia en Milán, que se extendió durante los últimos 43 años de su vida. Autor de una cincuentena de obras y de varios escritos musicológicos (entre ellos, uno de los primeros estudios biográficos sobre el propio Mozart), Lichtenthal usó la edición de Süssmayr, que redujo para las dieciséis cuerdas con notable eficacia. Sigiswald Kuijken, firmante de una de las más estilizadas y elegantes versiones de la obra original, nos brinda aquí, junto a sus compañeros del Cuarteto Kuijken (François Fernández, Marleen Thiers y Wieland Kuijken), una admirable sesión del mejor camerismo imaginable. Por empaste, frescura, precisión, tímbrica punzante y homogénea, agilidad de articulación, vigor rítmico y profundidad expresiva este peculiar disco (en formato SACD) nos asoma de forma descarada e insolente al taller del genio, al esqueleto en formación de una de sus más fabulosas y míticas criaturas.

Fue la aparición de aquel disco la que puso a los miembros del Quartet Albada en la pista del arreglo de Lichtenthal, cuyo original encontraron en Milán al parecer en un estado no demasiado bueno, lo que les exigió un trabajo adicional de edición para terminar las partes incompletas. No había tenido ocasión de escuchar la grabación para el sello Arsis hasta que ayer Alba Roca me proporcionó gentilmente una copia. Como deduje de la interpretación en directo, la versión es muy diferente a la de Kuijken, más ácida, más salvaje, más rápida, más intensa, de sonoridad menos redonda también que la del cuarteto de Kuijken, que es en general más refinado. Versiones complementarias en cualquier caso, pues, sin duda por causa del trabajo de edición que tuvo que hacer cada grupo, la letra de lo interpretado se diferencia también en numerosos detalles. A los enamorados de esta obra, que son legión, yo les recomiendo las dos, y el día que se sientan especialmente guerrilleros que se pongan la del Albada y seguro que terminan tocando la guitarra a lo Jimi Hendrix por toda la casa.

Requiem de Mozart/Lichtenthal por el Quartet Albada
Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791): REQUIEM
en arreglo para cuarteto de cuerdas de Peter Lichtenthal (1780-1853)
Quartet Albada

Farran James, violín I
Alba Roca, violín II
Elizabeth Gex, viola
James Bush, violonchelo

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ARSIS 4197 (Diverdi) [42'11'']
Grabación: 2006 (fecha de producción. Pésima costumbre la del sello Arsis durante mucho tiempo: la de no proporcionar las fechas de grabación de sus productos, olvidando lamentablemente que un disco es un documento, que exige su adecuado tratamiento profesional como tal)



Mozart/Lichtenthal: "Dies Irae" del Requiem. [1'47''] Quartet Albada.

Requiem de Mozart/Lichtenthal por el Cuarteto Kuijken
Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791): REQUIEM
en arreglo para cuarteto de cuerdas de Peter Lichtenthal (1780-1853)
Kuijken Kwartet

Sigiswald Kuijken, violín I
François Fernandez, violín II
Marleen Thiers, viola
Wieland Kuijken, violonchelo

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CHALLENGE SA CD 72121 (Diverdi) [48'35'']
Grabación: Enero de 2003



Mozart/Lichtenthal: "Dies Irae" del Requiem. [2'19''] Cuarteto Kuijken

sábado, 28 de junio de 2008

Ganga de aniversario

Edición conmemorativa de los 50 años de DHM
Con motivo de su 50 aniversario, el sello Deutsche Harmonia Mundi ha publicado una interesantísima recopilación de 50 registros bastante significativos de su trayectoria, una trayectoria bien definida hacia la música antigua que, por muchas razones, fue admirable durante mucho tiempo, especialmente mientras mantuvo su independencia, independencia que, desde la fusión entre BMG y Sony, perdió casi por completo y con ella buena parte de su prestancia (en España esto se nota más a causa de la desaparición de la sección de clásica dentro del grupo, por lo que las novedades son sencillamente imposibles de encontrar en las tiendas). DHM fue fundada en Friburgo (con el nombre de Harmonia Mundi) por Rudolf Ruby con la intención de atender el interés creciente del aficionado por un sector de la música occidental poco divulgado en disco, el del período anterior al Clasicismo, y hacerlo aplicando los criterios de autenticidad que enarbolaba una legión de jóvenes intérpretes descontentos con las maneras en que esa música era tratada por las orquestas y conjuntos tradicionales. Un año antes, Bernard Coutaz había creado en Francia un sello con el mismo nombre y las mismas intenciones de partida , así que entre Coutaz y Ruby se inició una colaboración que duró una década y que les llevó a compartir conjuntos y experiencias. Luego, cada uno siguió por su lado: Deutsche Harmonia Mundi y Harmonia Mundi France (o Harmonia Mundi, a secas). En aquellos primeros años, Ruby encontró en la Radio de Colonia a un entusiasta colaborador, Alfred Krings, con quien inició una serie de grabaciones de artistas entonces casi desconocidos como Jörg Demus, Alfred Deller, Paul Badura Skoda o Gustav Leonhardt. Justo en 1958, el sello Teldec (que había nacido en 1950 de la fusión entre Telefunken y la Decca alemana ) había creado también una sección dedicada a la música antigua (Das Alte Werk), que contaba como gran mascarón de proa con Nikolaus Harnoncourt y su Concentus musicus Wien, lo que suponía una competencia formidable. Ruby reaccionó y en 1962 creó el Collegium Aureum, un conjunto que protagonizó muchas grabaciones del sello (sin alcanzar en ningún momento, bien está decirlo, ni la calidad ni el prestigio del grupo de Harnoncourt). Los años 60 fueron duros para el movimiento historicista, tratado con general desprecio por los grandes prebostes del repertorio romántico tradicional, pero fueron también fundamentales para colocar unas bases que significarían su despegue definitivo en las dos siguientes décadas. En esta línea, DHM contribuyó a la consolidación de la carrera de algunos pioneros (incluidos Deller o Savall) y en 1972 inspiró, con motivo de una interpretación de Le burgeois gentilhomme de Lully/Molière, la formación de La Petite Bande. Los Kuijken y Leonhardt serían desde ese momento un valor seguro para el grupo, que pasó por las manos de EMI, aun manteniendo su independencia, como hizo en los años siguientes a su integración en BMG (1989), cuando se vinculan a él conjuntos como Capriccio Stravagante o la formidable Orquesta Barroca de Friburgo y, al final, más recientemente, cercana ya su unión con Sony, también Nikolaus Harnoncourt, aquel competidor que había determinado casi 40 años antes la fundación del Collegium Aureum.

La caja del centenario contiene pues 50 discos del sello, cuyo detalle puede consultarse por aquí: 50 años DHM. Algunas grabaciones están hoy por completo superadas y se escuchan con alguna fatiga, como los dos discos Lasso de Pro Cantione Antiqua, el Caccini de Montserrat Figueras y Jordi Savall, La Serva Padrona del Collegium Aureum o el Machaut de Deller, pero hay cosas estupendas, grabaciones de los Freiburger, de Camerata Köln, de Cantus Cölln, de los Kuijken, de Leonhardt, de Bylsma, de La Petite Bande, de Al Ayre Español, de Hidemi Suzuki, de Skip Sempé, de Hille Perl, de Andreas Staier y Pedro Memelsdorff, de Lorenzo Ghielmi, de Dominique Vellard, de René Jacobs, de von Otter, de Nicholas McGegan, de David Daniels, de Tafelmusik... Entre las ausencias clama en cambio la del conjunto Sequentia, y habría sido un acierto incluir el recital de Elly Ameling con Jörg Demus y lieder de Schubert y Schumann en programa, que mostraría que en el tratamiento de los primeros románticos también DHM tuvo una lúcida visión del futuro. Sin duda, habrá aficionados que tengan más de una de las referencias que se incluyen aquí, pero si les digo que el lote puede conseguirse por el módico precio de 42,99 euros, y ello en JPC, que es una de las tiendas más prestigiosas y seguras de la red, la conclusión es que la compra vale la pena de sobra, salvo que se tenga el 95% de los discos, y aun así, pues la edición puede servir perfectamente para regalar, ya que además el envoltorio es muy agradable y el lote ocupa el espacio de unos 8 ó 9 discos de los de antes. Lo dicho, una ganga.

viernes, 27 de junio de 2008

En la Venecia del belcanto barroco

Viaje a Venecia de Los Virtuosos de las Musas
VIAGGIO A VENEZIA
I Virtuosi delle Muse
Director: Stefano Molardi

Jonathan Guyonnet, concertino
Giacomo Trevisani, Giorgia Simbula e Isabella Bison, violines I
Jean Marc Haddad, Barbara Testori y Chiara Zanisi, violines II
Luca Moretti, viola contralto
Krishna Nagaraja, viola tenor
Marco Testori, violonchelo
Maria De Martini, fagot
Ludovic Coutineau, violone
Francesco Pedrini, órgano
Stefano Molardi, clave


Georg Friedrich Haendel (1685-1759):
1. Sinfonia HWV 338 (en realidad HWV 339) en si bemol mayor

2. Aria (Hornpipe) HWV 355 en do menor
3. Fragmentos de la Suite HWV 354 en si bemol mayor:
I. Menuet
II. Sarbande
III. Gavotte

Tommaso Albinoni (1671-1750):
4. Sinfonia en sol menor

5. Concierto V Op.4 nº5 en sol mayor
6. Nicola Porpora (1686-1768): Concierto a 5 en mi menor (de las Sinfonie da camera a tre istrumenti Op.II)
7. Antonio Caldara (1670-1736): Introducción de la Passione di Gesù Cristo Signor Nostro
8. Benedetto Marcello (1686-1739): Sinfonia en sol mayor (de Il Pianto e il riso delle Quattro Stagioni)
9. Francesco Gasparini (1661-1727): Obertura de L'Oracolo del Fato
10. Johann Adolph Hasse (1699-1783): Obertura de Cleofide
11. Nicola Porpora: Concierto I en sol mayor (de las Sinfonie da camera a tre istrumenti Op.II)
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DIVOX Antiqua CDX-70602 (Gaudisc) [71'15'']
Grabación: Abril de 2006


Pequeñas obras instrumentales de la juventud de Haendel, un par de conciertos de Porpora, sinfonías y oberturas varias de Caldara, Marcello, Gasparini y Hasse y una sinfonía y un concierto de Albinoni conforman este sugerente viaje por la Venecia de principios del siglo XVIII, en pleno apogeo del belcantismo operístico, que termina por impregnar también la música instrumental. En su segunda grabación para el sello Divox, los Virtuosos de las Musas de Stefano Molardi ofrecen versiones luminosas, en general más intensas y contrastadas que refinadas y afectuosas.

[Publicado en Diario de Sevilla el sábado 21 de junio de 2008]


Porpora: Affetuoso, primer movimiento del Concierto V en mi menor. [2'12'']. I Virtuosi delle Muse. Stefano Molardi.

jueves, 26 de junio de 2008

Abbado auténtico a los 75

Abbado con la Orquesta Simón Bolívar en el Teatro de la Maestranza de Sevilla (© Antonio Pizarro / Diario de Sevilla)
Claudio Abbado cumple hoy 75 años. No son muchos los que hubieran apostado por ello a principios del presente siglo, cuando un cáncer de estómago lo dejó en el umbral de la muerte y obligó a que le fuera extirpado parte de su sistema digestivo. Pero el maestro milanés se recuperó y muestra ahora una vitalidad extraordinaria. Liberado del peso que da dirigir grandes instituciones musicales (la Sinfónica de Londres, la Scala de Milán, la Ópera de Viena, la Filarmónica de Berlín y el Festival de Pascua de Salzburgo han pasado por sus manos), Abbado disfruta ahora de la Orquesta del Festival de Lucerna, que creó reuniendo a grandes solistas internacionales, y de conjuntos de jóvenes, como la Joven Orquesta Mahler o la Simón Bolívar de Venezuela, con la que trabaja a menudo.

A pesar de pertencer a ese núcleo de grandes directores sinfónicos que uno relaciona enseguida con el star system de los Karajan, Solti o Giulini, Abbado fue siempre un hombre comprometido socialmente y que mostró una especial curiosidad por cualquier fenómeno que tuviera relación con su arte. Si en los años 60 y 70 no sólo se encargó (junto a Maurizio Pollini y Luigi Nono entre otros) de acercar la música a zonas deprimidas de Italia, como la Emilia Romagna, donde creó el proyecto Musica Realtà, sino que también estrenó multitud de obras de compositores jóvenes, la setentena le ha cogido embarcado en un nuevo proyecto: la interpretación de la música barroca y clásica con instrumentos de época. El milanés ha asumido con entusiasmo la dirección de la Orquesta Mozart, un conjunto fundado en 2004 en el seno de la Academia Filarmónica de Bolonia, que cuenta como concertino con el virtuoso y algo exhibicionista violinista de Treviso Giuliano Carmignola, que tanto ha trabajado con los Sonatori de la Gioiosa Marca o con la Venice Baroque Orchestra (el nombre en inglés es el oficial del grupo).



Deutsche Grammophon parece haber acogido estos nuevos proyectos de Abbado con interés, y el 75 aniversario del maestro lo celebra con algunos lanzamientos de mucho interés. En primer lugar, la integral sinfónica de Beethoven con la Filarmónica de Berlín, que, conviene aclarar, no es la misma que se publicara en el año 2000. La explicación es sencilla: poco después de las grabaciones de aquel ciclo, Abbado y la Filarmónica de Berlín hicieron una gira por Italia con las obras beethovenianas, que fueron registradas en vídeo y publicadas en DVD por Euroarts en 2002. Abbado, que fue uno de los primeros en grabar las obras con la nueva edición Urtext de Jonathan del Mar, quedó más satisfecho de las grabaciones en vídeo y ahora DG, después de llegar a un acuerdo con Euroarts y de resolver algunos problemas de montaje, ofrece las Sinfonías de Beethoven en soporte audio pero con las bandas sonoras del registro videográfico. Más Beethoven: DG pone a la venta también en edición especial un álbum triple con la histórica grabación de los Conciertos de piano del sordo de Bonn con Abbado junto a Pollini y la Filarmónica de Berlín a los que se añade el Triple concierto Op.56 que don Claudio ha grabado junto a la Simón Bolívar y tres jóvenes solistas de prestigio (Ilya Gringolts, Mario Brunello, Alexander Lonquich). Pero el proyecto estrella del lote, al menos en mi opinión, es el lanzamiento de las dos primeras grabaciones de la Orquesta Mozart, un doble CD que incluye algunas de las más célebres sinfonías mozartianas y otro doble con los Conciertos para violín y la Sinfonía concertante interpretados por Carmignola. Todos estos discos pueden conseguirse también, como es habitual en DG desde hace unos meses, mediante descargas digitales en mp3. En cualquier caso, no parece que el interés de Abbado y su conjunto auténtico vaya a acabarse con la música del Clasicismo, como muestran los vídeos que circulan por ahí con los Conciertos de Brandenburgo de Bach en interpretaciones en vivo ofrecidas en Reggio Emilia en el año 2007, de los cuales pongo aquí el nº3, que me parece magnífico (Carmignola es una vez más el concertino y la cadencia clavecinística del 2º movimiento la toca nada menos que Ottavio Dantone). Dos detalles para terminar: 1) el rótulo de entrada, que lo anuncia como Concierto nº2, está obviamente equivocado; 2) no deja de causar sorpresa hoy ver a alguien dirigiendo esta obra situado frente a los instrumentistas y con las manos, ejerciendo de director decimonónico, una figura sin duda anacrónica si pensamos en la corte de Cöthen o en el Collegium musicum de Bach en Leipzig, pero que no resta ni un ápice al valor musical de la interpretación. Juzguen por ustedes mismos y si les interesa, sepan que pueden rastrear por youtube el ciclo completo.

Franz Tuma, el músico bisagra

Tuma por Alessandrini
Frantisek Ignac Antonin Tuma (1704-1774): PARTITE, SONATE E SINFONIE
Concerto Italiano
Director: Rinaldo Alessandrini

Mauro Lopes Ferreira y Nicholas Robinson, violines
Ettore Belli, viola
Luca Peverini, violonchelo
Libero Lanzilotta, contrabajo
Craig Marchitelli, tiorba
Rinaldo Alessandrini, clave


1. Sonata a 4 en la menor
2. Partita a 4 en re menor
3. Sinfonia a 4 en si bemol mayor
4. Sinfonia a 3 en si bemol mayor
5. Partita a 3 en do menor
6. Sonata a 4 en mi menor
7. Sonata a 3 en la menor
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NAÏVE OP 30 436 (Diverdi) [70'25'']
Grabación: Octubre de 2006


Frantisek Ignac Antonin Tuma (1704-1774) fue un compositor bohemio instalado en Viena desde los 18 años que puede ponerse como ejemplo de bisagra entre el Barroco y el Clasicismo. Tuma apreciaba el antiguo contrapunto (no en vano estudió con Fux), pero también se abandonaba de vez en cuando a las veleidades del estilo galante e incluso gustaba de desarrollos rapsódicos. Alessandrini ofrece aquí una excelente muestra de su música instrumental (dos partitas, tres sonatas, dos sinfonías) que un minimalista Concerto Italiano toca con vehemencia.

[Publicado en Diario de Sevilla el sábado 21 de junio de 2008]


Tuma: Presto, cuarto y último movimiento de la Sonata en mi menor. [3'11''] Concerto Italiano. Rinaldo Alessandrini

miércoles, 25 de junio de 2008

Improvisando desde mi salón

Gabriela Montero Baroque
BAROQUE
Gabriela Montero, piano

1. Canarios (Sanz)
2. Autum (Vivaldi)
3. Canon (Pachelbel)
4. Sarabande (Haendel)
5. Baroque and me (Montero)
6. Hallelujah (Haendel)
7. Adagio (Albinoni)
8. Largo (Haendel)
9. Prelude (Bach)
10. Winter (Vivaldi)
11. Hornpipe (Haendel)
12. Sonata (Scarlatti)
13. Spring (Vivaldi)
14. Summer and Winter (Vivaldi)
15. Continuum (Montero)
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EMI 5 14838 2 [52'41''] (en iTunes se incluyen un par de temas más)
Grabación: Octubre de 2007


Gabriela Montero (Caracas, 1970) es una de las más singulares pianistas de nuestros días, y una de las pocas que se atreve con el arte de la improvisación en un escenario partiendo de los motivos sugeridos espontáneamente por los espectadores. En este disco la venezolana se dedica a improvisar a partir de conocidos temas barrocos (el Canon de Pachelbel, el Aleluya de Haendel, el Verano de Vivaldi y cosas así) consiguiendo resultados a menudo sorprendentes, más cercanos en cualquier caso a la música ligera o de divertimento que al universo del jazz.

[Publicado en Diario de Sevilla el sábado 21 de junio de 2008]


Gabriela Montero improvisa sobre los Canarios de Gaspar Sanz [1'40'']

P.S. La vida y la carrera artística de esta venezolana no han sido nada convencionales. Cuenta que aprendió a improvisar, variando las canciones que escuchaba a su madre, sobre un piano de juguete de dos octavas antes de cumplir los tres años, día (el de su tercer aniversario) que aprovechó para ofrecer a la familia un recital con sus improvisaciones. A los 5 se presentó en público. A los 8 dio un concierto con la Orquesta Simón Bolívar y ganó una beca para estudiar en Miami con una profesora que le hizo odiar la música. Con 18 años volvió a Caracas y dejó de tocar durante dos años. Como no tenía nada que hacer, se casó. A los 20, recuperó la pasión por la música y pidió una beca a la Royal Academy de Londres, donde la admitieron. Dejó atrás al marido venezolano y se instaló en Europa. Volvió a casarse, con un abogado inglés, del que tuvo una hija. En 1995 ganó el tercer premio en el Concurso Chopin de Varsovia, pero algo volvió a no funcionar. Dejó atrás a otro marido para volver a Miami y luego a Caracas. Empezó a estudiar psicología. Se marchó a Montréal, donde estuvo tres años, enamorada de un canadiense. Luego se fue a Amsterdam siguiendo a un cantante holandés. Volvió a Caracas. En 2001 Martha Argerich la escuchó improvisar y quedó impresionada. Todo cambió en su vida. Argerich la proclamó enseguida como el gran talento pianístico del momento y la animó a desarrollar su faceta improvisatoria. Desde entonces su nombre se ha hecho familiar en todos los círculos musicales del mundo. Gabriela improvisa sobre la escena, improvisa desde el salón de su casa (ahora la opción está desactivada, pero hasta hace poco en su página web se permitía a los visitantes sugerir motivos sobre los que Gabriela improvisaba un día a la semana en sesiones que eran transmitidas por vídeo a través de la red) y se ha convertido en una de las grandes estrellas de la EMI. Su disco Bach & Beyond fue un éxito de ventas, que ha intentado repetir con este Baroque.

Tenía el disco desde hace tiempo, pero su primera audición me decepcionó, acaso porque esperaba algo más hondo, más vinculado al universo del jazz (hay algunas piezas que sí están más cercanas a este mundo, como el Prelude, sobre Bach, o la Sonata scarlattiana). Sin embargo, luego escuché Rhapsody, su disco con el violonchelista Gautier Capuçon en Virgin, que me dejó embobado, y empecé a cruzarme su figura en páginas de Internet y revistas (Norman Lebrecht le dedicó su página en el Scherzo de abril, de donde he sacado la mayor parte de los datos biográficos). Así que le di una segunda oportunidad al CD, y aunque sigue sin apasionarme, creo que merece ser conocido, y decidí reseñarlo en una página dedicada en exclusiva al barroco. Es por supuesto un disco para oyentes sin prejuicios. Estoy seguro de que los hipersupercalifragilísticobarrocoautentigérrimos lo despreciarán sin ni siquiera sacarlo del plástico. ¡Un pianista tocando música de Bach y hasta de Gaspar Sanz, agggggggg, qué ajjjjjjjco! En fin, allá ellos.



martes, 24 de junio de 2008

Tonos de amor y de humor

Es el amor por Laura Casanova
ES EL AMOR, AY, AY: Tonos humanos del barroco español
Regina Iberica.
Directora: Laura Casanova

María Jesús Prieto, soprano
Miguel Bernal, tenor

Laura Casanova, clave
Guillermo M. Concepción, violonchelo
con la colaboración de
Sara Ruiz, viola da gamba
Víctor González Aceituno y Yusnier Sánchez Bustamante, claves, bongós, tumbadoras


Juan Hidalgo (1614-1685):
1. Dulce ruiseñor
2. Ay amor, ay ausencia
3. Juan Serqueira de Lima (?-c.1726): Mares, montes, vientos...
4. Juan Arañés (?-c.1650): Dígame un requiebro
5. Sebastián Durón (1660-1716): Sosieguen, descansen
6. Juan del Vado (c.1625-1691): Con amor se paga el amor
7. Juan Hidalgo: Ay, que sí, ay, que no
8. Anónimo: Ay, amargas soledades
9. Juan Hidalgo: ¿Por qué más iras buscas?
10. Juan Romeo (¿act. 1675?): Ay de quien de amor es el fuego
11. José de Nebra (1702-1768): Ay, Dios aleve
12. Clemente Imaña (¿act. 2ª mitad siglo XVII?): Filis, yo tengo un dolor
13. Juan Serqueira de Lima: Atiende y da
14. Juan Hidalgo: Ay triste del que a sus rayos
15. Tomás de Torrejón y Velasco (1644-1728): Cuando el bien que adoro
16. José Marín (c.1619-1699): No sé yo cómo es
17. Anónimo (fin siglo XVII): Es el amor, ay, ay
18. Es el amor, ay, ay ("El BarrocSon": una broma musical)
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VERSO VRS 2056 (Diverdi) [59'33'']
Grabación: Septiembre de 2007.


Bonito programa en torno al tono humano del Barroco español (a solo y a dúo), que combina compositores bien conocidos ya de los aficionados (Juan Hidalgo, José Marín, Sebastián Durón, Juan del Vado...) con otros mucho menos frecuentados, como Juan Romeo o Clemente Imaña. Laura Casanova lidera desde el clave un conjunto que incluye las voces de María Jesús Prieto y Miguel Bernal y un cello, con la intervención ocasional de la viola da gamba de Sara Ruiz, bien conocida por el sur, y unas percusiones en una muy bien encajada broma final.

[Publicado en Diario de Sevilla el sábado 21 de junio de 2008]


Juan del Vado: Con amor se paga el amor. [2'27''] Regina Iberica. Laura Casanova.

-Con amor se paga el amor,
-con dinero se paga mejor.
-Que no mi señora;
-que sí, mi señor.

-No hay cosa que al dar iguale,
pues el mérito prefiere;
la que más quiere, más quiere,
y el que más vale, más vale.
-Pues busque quién le regale,
que yo estoy muy cuerdo ahora.
-Que no, mi señora,
-que sí, mi señor.

-Querer conquistar mi halago
no dándome, es por demás,
porque yo me pago más
del galán que más me pago.
-Con quien menos gastos hago
es la que más me enamora.
-Que no, mi señora,
-que sí, mi señor.

-Si mi gusto satisfecho
dejan sólo los que dan,
no es de provecho el galán
si el galán no es de provecho.
-Que quiere acabar, sospecho,
con el necio que la adora.
-Que no, mi señora,
-que sí, mi señor.

P.S. Laura Casanova es en realidad la clavecinista venezolana, instalada en España hace muchos años, Inés Fernández Arias, una mujer de muy larga trayectoria en la música española (y de una muy curiosa página web, que incluye muchas fotos antiguas y personales y recomiendo visitar), a la que recuerdo en un concierto lejanísimo (quizá haga pronto los 25 años) con La Stravaganza. Cantaba un jovencísimo Joan Cabero, y me parece que fue la primera vez que yo escuché tonos humanos españoles, que me resultaron bastante sosos, dicha sea la verdad. Luego la seguí en algún que otro programa que hizo para Radio 2 (hoy, Radio Clásica) y, sin yo saberlo, volví a verla muchos años después con Trío de Damas. Yo desconocía lo del cambio de nombre artístico, así que en aquel momento no relacioné un nombre con el otro. Unos meses después tuvimos, sin embargo, un breve contacto profesional y fue ella la que me contó que para los conciertos se había puesto lo de Laura Casanova, que le va que ni pintado a un disco de amores como éste, dicho sea de paso. Acaso por timidez no le comenté nada de los (buenos) recuerdos que conservaba de ella. Es curioso, pero mis recuerdos musicales son casi siempre mejores y más fuertes y duraderos que los relacionados prácticamente con cualquier otra cosa. A veces hasta me asusto recordando insignificancias, cuando cada vez me cuesta más trabajo ponerles nombre a muchas personas con las que tengo contacto más o menos frecuente.

lunes, 23 de junio de 2008

La OBS en el Día Europeo de la Música


Vivaldi: Sonata al Santo Sepolcro. [3'30''] Orquesta Barroca de Sevilla. Monica Huggett. Iglesia del Convento de San Antonio de Padua de Sevilla, 21-06-08.

Era mi intención haber ofrecido este vídeo ayer, ilustrando la reseña del concierto que la OBS dio en Sevilla el sábado con motivo del Día Europeo de la Música, pero algunos problemas con la tecnología lo impidieron. Aquí está en cualquier modo. La grabación la hizo mi amigo Carlos Tarín con su Olympus, desde la primera fila y a pulso, sin trípode que valga, lo cual tiene no poco mérito. La imagen está bien (estaba mejor, pero al comprimir el vídeo para colgarlo en youtube ha perdido algo) y el sonido no es perfecto (los agudos suenan algo saturados y las dinámicas se pierden un poco), pero puede servir para hacerse una idea del estilo interpretativo de la orquesta.

El triunfo de Haendel

Alessandro De Marchi
En 1678 el Teatro del Mercado de las Ocas abría sus puertas en Hamburgo. Se trataba de un local público, un poco a la manera del San Cassiano de Venecia, primero en su género, que venía funcionando desde 1637. El entusiasmo por la ópera se desata entonces en la ciudad hanseática, imponiéndose pronto un tipo de espectáculo que se componía de una mezcla de virtuosismo vocal italiano, estructura dramática francesa y elementos cómicos y populares germanos. Hasta allí se desplazó Haendel en 1703 en busca de fortuna, y allí, trabajando como compositor y como clavecinista, iba a iniciar su brillante carrera como autor dramático.

En 1706 Ferdinando de Médicis, príncipe heredero del Gran Ducado de Florencia, conoció al compositor y lo invitó a su corte, una invitación que Haendel iba a aprovechar hasta el límite, recorriendo la península italiana en un viaje de casi cuatro años que le procuró no sólo dinero y extraordinaria fama, sino un profundo conocimiento del estilo italiano, que iba a llevarse consigo a Inglaterra, donde lo elevaría al culmen de sus posibilidades estéticas.

De la primera etapa de su viaje no se sabe gran cosa, pero a principios de 1707 el compositor está ya en Roma, donde queda bajo el mecenazgo del marqués Ruspoli y entra enseguida en contacto con el cardenal Benedetto Pamphili, un protector de las artes que mantenía una de las orquestas más grandes y prestigiosas de la capital pontificia, que contaba como concertino nada menos que con Arcangelo Corelli, por entonces en la cima de su gloria. Es Pamphili quien le encarga a Haendel su primer oratorio, Il trionfo del Tempo e del Disinganno, con libreto del propio cardenal, una alegoría moral sobre la fugacidad de la belleza y los placeres mundanos en la que disputan cuatro personajes (Belleza, Placer, Desengaño y Tiempo).

Haendel por John Hudson (1749)
No se ha conservado el autógrafo pero sí la partitura de su estreno, que debió de tener lugar a finales de la primavera de 1707, posiblemente en el palacio de Pamphili. A esta ocasión pertenece la famosa anécdota transmitida por John Mainwaring, primer biógrafo de Haendel, según la cual, el compositor alemán, impaciente en los ensayos por los problemas que Corelli tenía con la obertura (escrita a la francesa), le habría arrebatado el violín de la mano para tocarla él mismo, a lo que el italiano respondería reconociendo su falta de comprensión del estilo francés. Verdadera o no la anécdota, lo cierto es que la obra se abre con una sinfonía tripartita a la italiana y se estructura en los dos actos de rigor. La orquestación es sencilla, cuerda, dos oboes y continuo, con el añadido de dos flautas para un par de arias y de un órgano que tiene un hermoso pasaje obligado. La obra, plena de fácil invención, rico melodismo, exuberante luminosidad y notable virtuosismo, sería muy apreciada por Haendel que la rehízo dos veces al final de su vida, en 1737 como Il trionfo del Tempo e della Verità y en 1757, en inglés, como The Triumph of Time and Truth.

La nueva grabación de Alessandro De Marchi resulta de extraordinario refinamiento y notable teatralidad. Maravillosa Roberta Invernizzi en el rol de la Belleza y soberbio el contratenor Martín Oro como Desengaño. A buen nivel también Kate Aldrich (Placer) y Jörg Dürmüller (Tiempo). En unos días, Marc Minkowski ofrecerá este mismo oratorio en la 57 edición del Festival de Granada.

[Publicado en Diario de Sevilla el sábado 21 de junio de 2008]

Il trionfo del Tempo e del Disinganno por De Marchi
Georg Friedrich Haendel (1685-1759): IL TRIONFO DEL TEMPO E DEL DISINGANNO
Oratorio en dos partes, con libreto de Benedetto Pamphili (Roma, 1707)

Roberta Invernizzi, soprano (Bellezza)
Kate Aldrich, mezzosoprano (Piacere)
Martín Oro, contratenor (Disinganno)
Jörg Dürmüller, tenor (Tempo)
Academia Montis Regalis
Director: Alessandro De Marchi
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2 CD HYPERION CDA67681/2 (Harmonia Mundi) [68'07'' - 69'19'']
Grabación: Junio de 2007



Haendel: "Tu del Ciel ministro eletto", aria de la Belleza que cierra Il Trionfo del Tempo e Del Disinganno de Haendel. [4'58''] Roberta Invernizzi, soprano. Academia Montis Regalis. Alessandro De Marchi.

Tu del Ciel ministro eletto
non vedrai più nel mio petto
voglia infida, o vano ardor.
E se vissi ingrata a Dio
tu custode del cor mio
a lui porta il nuovo cor.

domingo, 22 de junio de 2008

Feliz reencuentro con Monica

OBS en San Antonio de Padua el 21-06-08 (© Carlos Tarín)
ORQUESTA BARROCA DE SEVILLA

Concierto por el Día Europeo de la Música. Solista y directora: Monica Huggett. Programa: Obertura de Berenice y Concerto grosso en la menor Op.6 nº4 de Haendel; Concierto para violín en re menor (versión del Concierto para clave BWV 1052) de Bach; Concerto grosso en re menor Op.3 nº2 de Hellendaal y Sonata al Santo Sepolcro en mi bemol mayor RV 130 de Vivaldi. Lugar: Iglesia del Convento de San Antonio de Padua. Fecha: Sábado 21 de junio. Aforo: Casi lleno.

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FELIZ REENCUENTRO CON MONICA


Después de algunos meses de ausencia, volvía Monica Huggett a ponerse al frente de la Orquesta Barroca de Sevilla, y lo hacía con un programa que reunía algunos de los géneros más frecuentados de la música instrumental del Barroco tardío, la obertura a la francesa, el concierto con solista, la sonata y el concerto grosso, un estilo de programa que el conjunto sevillano ha afrontado en innumerables ocasiones y que repetirá idéntico el 4 de julio en el Festival de Música Antigua Castillo de Aracena.

El reencuentro con la principal directora invitada del conjunto resultó felicísimo, pues Huggett ha conseguido mimetizarse de forma especialmente afortunada con el estilo extravertido y vitalista que ya era característico del conjunto sevillano antes de su primera colaboración, y ayer se la notó especialmente cómoda y relajada, logrando extraer del grupo un sonido de extraordinario vigor, pero a la vez de un equilibrio notabilísimo.

Ya en la Obertura de la ópera Berenice de Haendel que abría el recital pudieron apreciarse las virtudes básicas de la OBS anoche: brío, empaste, claridad en los pasajes fugados, finura de trazo en los movimientos lentos.

Monica Huggett al frente de la OBS (© Juan Carlos Muñoz / Diario de Sevilla)
Fue sin embargo en el Concierto para violín de Bach (versión del famoso BWV 1052) donde se vivieron los momentos más intensos de la noche. Superando unos primeros compases con ciertas dudas, Monica Huggett ofreció como solista una exhibición de virtuosismo, poderío, músculo y musicalidad formidables, que maravilló en el Adagio, con una combinación casi perfecta de delicadeza e imaginación ornamental, y explotó en un tercer movimiento por completo vibrante, desatado, febril. Magnífico acompañamiento, con mención destacada para el bajo continuo, que marcó los pasajes del ripieno con una fuerza casi telúrica.

El arranque de la Sonata al Santo Sepolcro de Vivaldi fue de una ternura y una transparencia arrebatadoras y en los concerti grossi, Alba Roca desde los segundos violines y Elisa Joglar desde el violonchelo completaron con Huggett un concertino de sonido esplendoroso, por luminosidad y por limpieza. Entusiasta la respuesta de un público que es fiel a la OBS incluso un sábado de junio a las diez de la noche.

[Publicado en Diario de Sevilla el domingo 22 de junio de 2008]

Entrevista con Monica Huggett

Monica Huggett en un hotel de Sevilla (19 de junio de 2008)
VIOLÍN BARROCO, ALMA ROCKERA

Monica Huggett (Londres, 1953) sigue siendo una referencia internacional del violín barroco. Como principal directora invitada de la Orquesta Barroca de Sevilla, ha pasado unos días trabajando con el conjunto hispalense para el concierto del Día Europeo de la Música, que ofrecieron ayer en la iglesia de San Antonio de Padua con un programa que repetirán a principios de julio en el Festival de Aracena.

-¿Cuál es su actividad básica actualmente?

- Soy la directora artística de la Orquesta Barroca de Irlanda y de la Orquesta Barroca de Portland, pero hago otras muchas cosas. Además desde septiembre de 2009 dirigiré el Departamento de Música Antigua de la Escuela Juilliard en Nueva York, que es un trabajo que me ilusiona, porque en la costa este de los EEUU la situación de la música antigua es muy mala. Es una gran oportunidad para mí. Me he comprometido a pasar 20 semanas al año en Nueva York. Eso es mucho tiempo, mucho trabajo, así que tendré que reducir algo mis otras ocupaciones.

-Incluida su vinculación con la Orquesta Barroca de Sevilla...

- Sí, la verdad es que últimamente no sé muy bien qué ha pasado que me han llamado menos, pero a partir de que empiece en la Juilliard será difícil encontrar sitio para más de un proyecto al año.

-¿Cómo es su relación con la OBS?

-Estupenda. Es un grupo que me gusta mucho y que creo que ha progresado muchísimo en los últimos años. Es una orquesta con espíritu, con alma, con una complicidad entre todos sus miembros que transmite mucho en los conciertos y yo me siento muy cómoda trabajando con ella, porque a mí me gusta esa forma extravertida de tocar. Es curioso porque muchos de los miembros de la orquesta estudiaron en Holanda y eso crea una mezcla entre el carácter español y la disciplina holandesa que me parece muy interesante.

-¿Y qué tal se siente en Sevilla?

-Me encanta. Hay sitios donde me cuesta mucho tocar. Por ejemplo, en Alemania. Acabo de participar en el Festival de Wurzburg, y es todo tan serio, tan formal, todos tan impecablemente vestidos... En cambio aquí en Sevilla disfruto muchísimo en los conciertos. Es fantástico que nuestras actuaciones sean gratuitas. La gente abarrota las iglesias y se les nota entusiasmados, sedientos de música, no van por cumplir ningún rito social, sino porque les gusta lo que les ofrecemos. Me entristece que la música clásica siga siendo en ocasiones un fenómeno tan elitista, que llegue a tan poca gente. En ese sentido creo que nos falta algo de lo que tienen el pop y el rock para atraer a los jóvenes. A menudo pienso que quizás tendría que haberme dedicado al rock.

Monica Huggett con Ventura Rico
-Me decía antes que este año había conocido la Semana Santa de Sevilla, ¿qué tal?

-Uauuuuu, fantástico, increíble. Es todo tan tan..., no quiero ser irrespetuosa, pero diría que tan salvaje. Me quedé fascinada. Me pareció algo que tiene raíces muy muy antiguas, yo diría que incluso anteriores al Cristianismo. Encontré ahí el fuego, la tierra... Y luego esas bandas de música con esos instrumentos... cómo se llaman...

-¿Cornetas?

-Sí, cornetas... Algo tan básico y a la vez tan cercano. Me encantó. En general adoro toda la música de tradición católica. Yo tengo antecedentes irlandeses y tuve una formación católica, así que sé de lo que hablo. Me parece triste que apenas encontremos sitios adecuados para poner esa música tan maravillosa.

-¿Trabaja como solista o directora con orquesta sinfónicas?

- He hecho algo, pero poco. Consume muchas energías. Para hacer conciertos con orquestas sinfónicas tienes que tener un repertorio que domines perfectamente y tienes que explicar cada cosa que haces. Los músicos de las orquestas sinfónicas no están entrenados para tener ideas musicales propias, sólo piensan en tocar las notas, y me resulta muy difícil trabajar en esas condiciones.

-Algún compositor o estilo que no haya hecho nunca y le interese...

- He hecho prácticamente todo lo que quería hacer. En ese sentido he tenido mucha suerte. Hay algunas cosas, como la ópera de Haendel, que pienso que podrían hacerse mejor de lo que se hacen, y a lo mejor yo podría aportar algo. Eso sí, no querría morirme sin haber tocado antes el Quinteto en do mayor de Schubert, uff, qué música.

[Publicado en Diario de Sevilla el domingo 22 de junio de 2008]

P.S. Esta entrevista es un extracto de la larga conversación que mantuve con Monica Huggett en un hotel de Sevilla el pasado jueves. Su versión extensa aparecerá en la revista Scherzo no sé cuándo, pero aparecerá. El titular que figura aquí es el que se me ocurrió como original, pero el libro de estilo de Diario de Sevilla obliga a titular las entrevistas con una cita entrecomillada, de ahí las diferencias con lo publicado en el periódico. Muchas gracias a Ventura Rico, que me ayudó con el inglés. Las fotos son mías.

sábado, 21 de junio de 2008

Mahler sin sarcasmo

Ruth Ziesak
REAL ORQUESTA SINFÓNICA DE SEVILLA

16º y último programa de abono de la Temporada 2007-08. Solista: Ruth Ziesak, soprano. Director: Pedro Halffter. Programa: Sinfonía nº4 en sol mayor de Gustav Mahler. Lugar: Teatro de la Maestranza. Fecha: Viernes 20 de junio. Aforo: Tres cuartos de entrada.

* * *

SENSUAL MAHLER SIN ASOMO DE SARCASMO

La de ayer era una buena noche para comprobar si la especial afinidad que tanto Pedro Halftter como la Sinfónica de Sevilla vienen demostrando desde hace tiempo con la música del tardorromanticismo centroeuropeo alcanza también a Mahler, ese singularísimo compositor y director que, en afortunada caracterización de Antonio Muñoz Molina, "ensanchó los límites de la sinfonía para contener el mundo". Y es que en Mahler domina siempre la ambigüedad de los significados: lo sublime y lo chabacano, lo sensible y lo grotesco, el paraíso y el infierno, lo urbano y lo rústico, el palacio y la calle, la infancia y la decadencia, todo marcado casi siempre con la idea de la muerte, conviven en sus sinfonías en tan estrecha comunidad que o se acierta con el peso que corresponde a cada elemento o sus obras terminan convertidas en una prosaica sucesión de abigarrados fenómenos sonoros.

Por lo escuchado anoche, no dudo de que Pedro Halffter puede llegar a ser un muy buen director mahleriano, pero aún le falta algo para conseguirlo, y es que el sarcasmo, ese recurso que el compositor bohemio utilizó de forma magistral para compensar el peso de lo trascendente, apenas salió a relucir en una interpretación que fue, por otro lado, un modelo de flexibilidad, equilibrio y administración de los contrastes.

La ROSS mostró una vez más su buena forma, porque Halftter, con un gesto acaso más vehemente que de costumbre, supo conseguir no sólo el empaste que en él es ya habitual, sino una riquísima variedad de matices. El muy elástico tratamiento de la agógica, que le permitió combinar frases largas y mórbidas con cortantes pasajes en staccato, la infinidad de cambios en las dinámicas (a veces, compás a compás) creó una notable sensación de frescura, de inmediatez. El generoso rubato combinado con un muy bien planificado crescendo de la coda del primer movimiento lo ejemplificó a la perfección. Pero al Scherzo le faltó garra, ironía, el riesgo de dejar al margen por un momento la sensual belleza del sonido para penetrar con más descaro en lo burdo. Sobró ahí un poco de esa sonoridad muelle, redondísima y envolvente que abrigó el movimiento lento y que en el final contó con una Ruth Ziesak que dio al poema del Wunderhorn el tono naïf que todos esperaban.

[Publicado en Diario de Sevilla el sábado 21 de junio de 2008]

viernes, 20 de junio de 2008

Chez Lillas Pastia: El canon

Con la venia, míster Vayón.

Que digo yo que esta cosa del canon es como la gabela esa de los aviones, que te cobran la comida (o lo que sea) por si acaso se te ocurre probarla, algunos pican, que los he visto yo. Porque eso de progreso para todos cargando impuestos al mismísimo progreso para beneficiar a una grey de luddistas decimonónicos no me dirá que no tiene gracia. Y es que el cuento es muy viejo, el ser humano es por naturaleza conservador y la máquina siempre ha sido sospechosa, figúrese que los amanuenses del siglo XV hubieran querido cobrar por cada imprenta que se instalaba por entonces en Europa (porque los amanuenses no tuvieron a su teddy bear, que si no, nos iluminaríamos todavía con teas paleolíticas, los vendedores de grasa de bisonte colgando de un manzano a Thomas Alva Edison, me parece estar viéndolo). Sí, sí, ya sé que ellos tienen la coartada del artisteo, que la sociedad se derrumba y todo eso si Lucía Etxebarría o los Mojinos Escozíos dejan de producir sus obras, ciegos nos quedaríamos todos, como en la metáfora aquella de Saramago, si de repente perdiéramos la luz que nos guía, el ballet de Giorgio Aresu, las novelas de Matilde Asensi, las series de Emilio Aragón, qué catástrofe... Figúrese que se piensan que las grabaciones sonoras han existido siempre y que el cine lo mismo, y que no se puede vivir de otra forma, que arte y derecho de autor es todo la misma cosa y que las relaciones entre los creadores y las sociedades han sido siempre las mismas. Que mal acostumbrados los tenemos, los hemos convertido en nuestros brujos y ahora nos recetan soltar el ancla y pagar, que ya ellos se encargan de nuestra felicidad... Si por lo menos hubieran leído a Benjamin... Disculpe esta tocada de pelotas, míster Vayón, que ya sé que usted vive de la cosa esta de que haya discos que comentar y tal y tal, pero es que si no lo suelto, reviento, y además seguro que otra cosa le saldrá, que usted lo vale.

Monsieur Pastia

Un letón entre nosotros

Obras para cello de Peteris Vasks por David Geringas
Peteris Vasks (1946): GRAMATA CELLAM - PARTITA - EPISODI E CANTO PERPETUO
David Geringas, violonchelo
Dmitry Sitkovetsky, violín
Kalle Randalu, piano

1. Gramata cellam, para violonchelo solo (1978)
2. Partita, para violonchelo y piano (1974-2001)
3. Episodi e canto perpetuo (Hommage à Olivier Messiaen), para violín, violonchelo y piano (1985)
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HÄNSSLER CD 93.229 (Gaudisc) [56'11'']
Grabación: Noviembre de 2005, Octubre de 2006 y Abril de 2007


El compositor letón Peteris Vasks (Aizpute, 1946) empezó a ser conocido en Occidente en los años 90 gracias a que intérpretes como Gidon Kremer o el Cuarteto Kronos programaron algunas de sus obras por todo el mundo. Para entonces, Vasks había escrito ya su Partita para violonchelo y piano (1974, aunque revisada en 2001), Gramata cellam, para violonchelo solo (1978) y el trío Episodi e canto perpetuo (1985), obras que desvelan una música en la que se combinan pasajes enérgicos y disonancias de fuerte contenido expresivo con un apasionado lirismo de indudable raíz neorromántica.

[Publicado en
Diario de Sevilla el sábado 14 de junio de 2008]



Vasks: Burlesca I de Episodi e canto perpetuo. [3'37''] David Geringas, cello; Dmitry Sitkovetsky, violín; Kalle Randalu, piano.

jueves, 19 de junio de 2008

Cuaderno de canciones rusas

Canciones de Rachmanivov y Shostakovich por Oja y Vignoles
Rachmaninov / Shostakovich: SONGS
Iris Oja, mezzosoprano
Roger Vignoles, piano

1. Dmitri Shostakovich (1906-1975): Canciones españolas Op.100, sobre melodías y textos populares (1956)
I. Proschchai, Grenada! [¡Adiós, Granada!]
II. Zvyozdochki [Pequeñas estrellas]
III. Pervaya vstrecha [Primer encuentro]
IV. Ronda
V. Chernookaya [La muchacha de los ojos negros]
VI. Son [Sueño]
Sergei Rachmaninov (1873-1943):
2. My otdokhnyom Op.26 nº3 [Vamos a encontrar descanso] (1906)

3. Noch [Noche] (1899)
4. Khristos voskres Op.26 nº6 [Cristo ha resucitado] (1906)
5. Koltso Op.26 nº14 [El anillo] (1906)
6. Ya zhdu tebya Op.14 nº1 [Te espero] (1896)
7. Duma Op.8 nº3 [Meditación] (1893)
8. O net, molyu, ne ukhodi! Op.4 nº1 [¡Oh, quédate, te lo ruego, no te vayas!] (1892)
9. O ne grusti Op.14 nº8 [¡Oh, no te aflijas!] (1896)
10. Prokhodit vsyo Op.26 nº15 [Todo pasa] (1906)
11. Kak mne bolno Op.21 nº12 [Como sufro] (1902)
12. V moyei dushe Op.14 nº10 [En mi alma] (1896)
13. Utro Op.4 nº2 [La mañana] (1892)
14. Son Op.8 nº5 [Sueño] (1893)
15. V molchanii nochi tainoi Op.4 nº3 [En el silencio de la noche apacible] (1892)
16. Dmitri Shostakovich: Cinco romances sobre poemas de Yevgheny Dolmatovsky Op.98 (1954)
I. Den vstrechi [El día del encuentro]
II. Den prinanii [El día de la declaración]
III. Den obid [El día de las infamias]
IV. Den radosti [El día de la alegría]
V. Den vospominanii [El día de los recuerdos]
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HARMONIA MUNDI HMC 907449 [57'53'']
Grabación: Noviembre de 2006

A menudo se considera sólo su figura de gran virtuoso del piano (como compositor e intérprete), pero Rachmaninov fue también un magnífico autor de canciones, lo que se demuestra en este disco que la mezzo estonia Iris Oja dedica a 14 piezas vocales del ruso, en un trabajo que se completa con las Canciones españolas Op.100 (sobre melodías populares) y los Cinco romances sobre poemas de Dolmatovsky Op.98 de su compatriota Shostakovich. Repertorio poco difundido, que llega en una voz cálida, muy típica de los países eslavos, y un sólido pianista.

[Publicado en
Diario de Sevilla el sábado 14 de junio de 2008]



Shostakovich: "¡Adiós, Granada!" de Canciones españolas Op.100. [2'37''] Iris Oja, soprano, Roger Vignoles, piano.

¡Adiós, Granada, adiós!
Tengo que dejarte para siempre.
Adiós, tierra querida y tan grata a mis ojos.
¡Adiós para siempre! ¡Ay!

Sólo mis recuerdos
me consolarán,
tierra querida, dulce patria.

El dolor me oprime para siempre,
pues he perdido todo lo que amaba,
mi amada yace en la oscuridad de su tumba
y mi vida con ella... ¡ay!

Todo lo que me rodea me hastía,
no puedo seguir viviendo en este lugar
que albergó mi radiante juventud.

P.S. Desconozco el origen tanto de los motivos musicales como literarios de las canciones españolas de Shostakovich que, en cualquier caso, a mí me suenan más rusas que españolas. Se trata en todos los casos (tanto en Rachmaninov como en Shostakovich) de música muy evocativa y escrita con un exquisito refinamiento. Iris Oja, una chica que cantaba en el famoso Coro de Cámara de Estonia, las interpreta con buen gusto, aunque con cierta uniformidad (no recomiendo escuchar el disco entero de una sola vez). Si no me equivoco, este es su primer CD como solista, y los resultados son más que aceptables. Sin embargo, Brilliant acaba de publicar la integral de las canciones de Rachmaninov, licenciadas por Chandos (con Joan Rodgers y Leiferkus entre los intérpretes), al habitual precio de la compañía, sin competencia. (Algún día tendré que escribir sobre el fenómeno Brilliant, y sus efectos sobre la industria y sobre el aficionado.)

Los títulos de las canciones los supongo transcritos según las reglas anglófonas, pues el disco es una producción de la filial norteamericana de HM. Mi versión en castellano de "¡Adiós, Granada!" está sacada a partir de las traducciones francesa e inglesa que vienen en el CD, pues lamentablemente lo desconozco todo del ruso.