QUARTET ALBADA
Ciclo El Sonido de un Cuadro. Componentes: Farran James, violín I; Alba Roca, violín II; Elizabeth Gex, viola; James Bush, violonchelo. Programa: Fugas nº5 y nº8 del II libro de El clave bien temperado de Bach en arreglo de Mozart para cuarteto de cuerdas; Requiem de Mozart en arreglo de Peter Lichtenthal para cuarteto de cuerdas. Lugar: Museo de Bellas Artes. Fecha: Sábado 28 de junio. Aforo: Casi lleno.
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MOZART EXPRESIONISTA
Formidable cuarteto de instrumentos originales con nombre en catalán y formación cosmopolita (una canadiense, una española, una estadounidense y un neozelandés) para cerrar el extraordinario ciclo de conciertos programado por el Ayuntamiento y organizado por la Asociación de Amigos de la Orquesta Barroca de Sevilla que se ha venido desarrollando en las mañanas de los sábados en el Museo de Bellas Artes.
En programa, tras un bello preludio con dos fugas de Bach arregladas por Mozart, la transcripción que Peter Lichtenthal hizo a principios del siglo XIX del Requiem del salzburgués, un arreglo que tenía como objetivo permitir la interpretación y audición de la obra en el ámbito doméstico y que sigue con bastante escrupulosidad su edición más conocida hoy, la que terminó Süssmayr. El Cuarteto Albada la ha grabado para el sello aragonés Arsis siguiendo así la senda de los Kuijken, que la registraron hace unos años en primicia mundial para el sello Challenge.
Versión bien diferente la que escuchamos ayer en el Museo, que empezó muy rápida y en apariencia ligera, pero que enseguida se cargó de honda expresividad gracias a las contrastadas dinámicas y a sforzandi muy marcados en Introito y Kyrie, antes de estallar en el Dies Irae con un dramatismo de intensidades extremas, casi expresionistas, que fueron provocadas por ataques contundentes, acentos furibundos y una acidez en el sonido que parecía nacido de una fusión entre el genio mozartiano, la pasión de Alban Berg y la guitarra de Jimi Hendrix, quien reapareció de nuevo por el Confutatis. Algún leve desajuste en el principio del Recordare y pequeños roces en el Sanctus no empañaron una interpretación de extraordinario vigor, intensa y agreste, que si en algún punto (Agnus Dei) se acercó peligrosamente al límite de la disonancia, eludió siempre el riesgo de lo chirriante y exagerado con un adecuado equilibrio entre las voces y un elegante y flexible tratamiento del ritmo, que culminó en una visión acelerada y muy vitalista de la fuga final.
[Publicado en Diario de Sevilla el domingo 29 de junio de 2008]
P.S. Cuando hace unos años Sigiswald Kuijken grabó con su cuarteto el Requiem de Mozart en la versión de Lichtenthal para el sello Challenge, publiqué la siguiente reseña en Diverdi:
Frente a los apellidos, la sangre, los títulos y las tradiciones de la aristocracia, la pujante burguesía oponía, pasadas las turbulencias revolucionarias del siglo de las Luces, su poder económico, su fuerza de trabajo y su educación, lo cual tendría no poca incidencia en la transmisión y producción de las actividades artísticas, innegablemente de la música. No sólo las grandes mansiones de banqueros o industriales, sino hasta las casas de los modestos profesionales se convirtieron en excepcionales centros de difusión tanto de la producción camerística como de la música sinfónica, religiosa u operística en adaptaciones especialmente pensadas para el consumo doméstico.
En este ambiente hay que encuadrar la versión del Requiem de Mozart que Peter Lichtenthal (1780-1853) preparó para cuarteto de cuerdas durante su estancia en Milán, que se extendió durante los últimos 43 años de su vida. Autor de una cincuentena de obras y de varios escritos musicológicos (entre ellos, uno de los primeros estudios biográficos sobre el propio Mozart), Lichtenthal usó la edición de Süssmayr, que redujo para las dieciséis cuerdas con notable eficacia. Sigiswald Kuijken, firmante de una de las más estilizadas y elegantes versiones de la obra original, nos brinda aquí, junto a sus compañeros del Cuarteto Kuijken (François Fernández, Marleen Thiers y Wieland Kuijken), una admirable sesión del mejor camerismo imaginable. Por empaste, frescura, precisión, tímbrica punzante y homogénea, agilidad de articulación, vigor rítmico y profundidad expresiva este peculiar disco (en formato SACD) nos asoma de forma descarada e insolente al taller del genio, al esqueleto en formación de una de sus más fabulosas y míticas criaturas.
Fue la aparición de aquel disco la que puso a los miembros del Quartet Albada en la pista del arreglo de Lichtenthal, cuyo original encontraron en Milán al parecer en un estado no demasiado bueno, lo que les exigió un trabajo adicional de edición para terminar las partes incompletas. No había tenido ocasión de escuchar la grabación para el sello Arsis hasta que ayer Alba Roca me proporcionó gentilmente una copia. Como deduje de la interpretación en directo, la versión es muy diferente a la de Kuijken, más ácida, más salvaje, más rápida, más intensa, de sonoridad menos redonda también que la del cuarteto de Kuijken, que es en general más refinado. Versiones complementarias en cualquier caso, pues, sin duda por causa del trabajo de edición que tuvo que hacer cada grupo, la letra de lo interpretado se diferencia también en numerosos detalles. A los enamorados de esta obra, que son legión, yo les recomiendo las dos, y el día que se sientan especialmente guerrilleros que se pongan la del Albada y seguro que terminan tocando la guitarra a lo Jimi Hendrix por toda la casa.
Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791): REQUIEM
en arreglo para cuarteto de cuerdas de Peter Lichtenthal (1780-1853)
Quartet Albada
Farran James, violín I
Alba Roca, violín II
Elizabeth Gex, viola
James Bush, violonchelo
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ARSIS 4197 (Diverdi) [42'11'']
Grabación: 2006 (fecha de producción. Pésima costumbre la del sello Arsis durante mucho tiempo: la de no proporcionar las fechas de grabación de sus productos, olvidando lamentablemente que un disco es un documento, que exige su adecuado tratamiento profesional como tal)
Mozart/Lichtenthal: "Dies Irae" del Requiem. [1'47''] Quartet Albada.
Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791): REQUIEM
en arreglo para cuarteto de cuerdas de Peter Lichtenthal (1780-1853)
Kuijken Kwartet
Sigiswald Kuijken, violín I
François Fernandez, violín II
Marleen Thiers, viola
Wieland Kuijken, violonchelo
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CHALLENGE SA CD 72121 (Diverdi) [48'35'']
Grabación: Enero de 2003
Mozart/Lichtenthal: "Dies Irae" del Requiem. [2'19''] Cuarteto Kuijken
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