domingo, 28 de diciembre de 2008

Celebrando a Haendel (4)

Óperas de Haendel en HM
Georg Friedrich Haendel (1685-1759): GIULIO CESARE IN EGITTO HWV 17
ópera seria en tres actos con libreto de Nicola Francesco Haym, a partir de uno anterior de Giacomo Francesco Bussani

Jennifer Larmore, contralto (Giulio Cesare)
Olivier Lallouette, bajo (Curio)
Bernarda Fink, mezzosoprano (Cornelia)
Marianne Rørholm, soprano (Sesto)
Barbara Schlick, soprano (Cleopatra)
Derek Lee Ragin, contratenor (Tolomeo)
Furio Zanasi, barítono (Achilla)
Dominique Visse, contratenor (Nireno)
Concerto Köln (concertino: Werner Erhardt)
Director: René Jacobs

DUETTI E CANTATE DA CAMERA
Concerto Vocale

Judith Nelson, soprano
René Jacobs, contratenor
Wieland Kuijken, violonchelo
William Christie, clave
Konrad Junghänel, tiorba


1. Tanti strali al sen mi scocchi HWV 197
2. Sento là che ristretto HWV 161
3. Beato in ver chi può HWV 181
4. Parti, l'idol mio HWV 147
5. Langue, geme, e sospira HWV 188
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HARMONIA MUNDI HMX 2908241.49 (CD 6-9) [73'01'' - 78'07' - 73'59'' - 65'30''] (CD 10: Libretos de Rinaldo, Flavio y Giulio Cesare in Egitto en PDF)
Grabación:
Noviembre de 1977 (Duetti e Cantate da Camera) y Julio de 1991

René Jacobs había probado ya sus fuerzas con Flavio para dar con Julio César el salto adelante que necesitaba no sólo la ópera haendeliana, sino la ópera barroca en general. La demanda había sido bien estimulada, tanto entre los amantes de la música antigua como entre los operófilos, que vieron en los años anteriores significativamente incrementada la presencia de obras barrocas en los principales teatros de Europa (especialmente en los centroeuropeos). El más popular título de Haendel y la producción en un sello como Harmonia Mundi, con un prestigio amplio, que abarcaba no sólo a los aficionados barrocos, hizo también lo suyo para que la recepción fuera extraordinaria y pueda ser considerada como base importante de la multiplicación en la década siguiente tanto de las grabaciones como de las producciones teatrales vinculadas con Haendel. Hoy nos hemos acostumbrado a esta presencia cotidiana de la ópera barroca en discográficas y escenarios, pero en 1991 la inmensa mayoría de las óperas de Haendel eran todavía rarezas de especialistas.

¿Y qué hay aquí de nuevo con respecto a Flavio? En principio, Jacobs escogió a Concerto Köln, un conjunto que en aquel momento tenía un sonido más afilado, punzante, refulgente y con más posibilidades de jugar con el color y con los contrastes expresivos que el Ensemble 415. Pero además el director belga había madurado su concepción del universo operístico y ofrece una versión mucho más matizada, con más flexibilidad rítmica (el continuo no es todavía el que incorporará en sus interpretaciones mozartianas ni el de Rinaldo, pero hay ya un gusto por valorar su variedad tímbrica y un mayor estiramiento de sus líneas) y una profundidad dramática que se aprecia tanto en unas dinámicas mucho más anchas como en los detalles de color y en la mayor libertad ornamental que tienen los cantantes en los da capo. Hay en cualquier caso, algunos momentos en los que se aprecia que la interpretación barroca estaba aún en pleno desarrollo, lo que supone algunas insuficiencias, no en la cuerda, pero sí en los vientos y en el empaste general; por ejemplo, el "Va tacito" está llevado a un tempo más lento de lo que sin duda pide su sentido para facilitar la tarea a las trompas naturales, que pese a ello están bastante por debajo del nivel que admiramos hoy en sus mejores intérpretes.

El elenco es también sustancialmente mejor al de Flavio, desde luego más regular y homogéneo. Jacobs apostó por una voz femenina para Cesare, y Jennifer Larmore respondió de forma soberbia, brillando tanto en la coloratura de las arias de bravura como en la delicadeza de las amorosas y, sobre todo, logrando una intensísima expresividad en los grandes recitativos acompañados ("Alma del gran Pompeo" y "Dall'ondoso periglio"). Barbara Schlick es para muchos el mayor lunar del cásting, opinión que no comparto. Grandísima bachiana con Herreweghe, Schlick no tiene acaso la versatilidad de las grandes sopranos hendelianas que vinieron después y en sus agudos se aprecian irregularidades y una ocasional tendencia al grito, pero el brillo de su timbre da justa medida de la Cleopatra seductora, pizpireta y amoral del primer acto tanto como de la mujer enamorada (delicadísimo "V'adoro pupille"), y cuando las cosas se le ponen feas, su lamento resulta tan conmovedor como cualquiera pueda esperarlo. Bernarda Fink ha crecido en dos años como intérprete: la oscuridad y belleza de su timbre se funden así con una sinuosidad en la línea y una hondura de altísimo poder expresivo (maravilloso su dúo, "Son nata a lagrimar/ Son nato a sospirar", con Sesto de final del primer acto). Ragin sigue en buena forma, y firma un notable Tolomeo que, en cualquier caso, brilla menos que su Guido de Flavio, acaso porque aquí la competencia es superior. Rørholm es una soprano, tesitura original del personaje de Sesto, que suelen interpretar ahora mezzos, por lo que a algunos les puede chocar algo la ligereza y luminosidad de su voz, que en cualquier caso da a la perfección la imagen de juventud y vigor que requiere el hijo de Cornelia. Suficiente, sin alharacas, un Zanasi aún muy joven en sus tres arias (mejor en la del tercer acto) y magnífico Visse en el aria de Nireno que se ofrece como apéndice. Una joya de altísima significación histórica en la recuperación del patrimonio lírico barroco.

Originalmente, este Giulio Cesare fue publicado en cuatro discos, el último de los cuales apenas pasaba de los quince minutos de duración, por lo que para esta reedición Harmonia Mundi ha decidido completarlo con una antigua grabación de los años 70, que circulaba desde hace mucho en la serie Musique d'abord. Son cantatas y dúos de cámara con la histórica y siempre deliciosa soprano Judith Nelson cantando junto a un René Jacobs no apto para todos los gustos. El acompañamiento en el continuo reúne a tres nombres gigantescos de la interpretación historicista (¡Kuijken, Christie y Junghänel!), pero resulta aún bastante primario, sin las sutilezas, flexibilidad y variedad que han desarrollado los intérpretes barrocos en las últimas tres décadas.


Haendel: "Empio, dirò tu sei" de Giulio Cesare. [3'53''] Jennifer Larmore. Concerto Köln. René Jacobs


Haendel: "E pur cosi - Piangerò" de Giulio Cesare. [7'03'') Barbara Schlick. Concerto Köln. René Jacobs

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