Hace tantos años que en el mundo del disco se instaló la sensación de vivir en crisis permanente que los anuncios apocalípticos ya no hacen mella en nadie. No obstante, no parece ser éste el mejor momento para embarcarse en proyectos que tengan al disco como medio, sobre todo en el sector, comercialmente minoritario, de la música clásica. Mauro Primon lo sabe, pero el reto no parece asustarlo. Este italiano afable y locuaz, que ha pasado casi toda su vida residiendo en su región natal del Piamonte, lleva meses sintiendo las emociones propias del debutante. Y es que en diciembre de 2007, Primon cerró la compra de la marca y el catálogo de Arcana, una de las más prestigiosas firmas de la fonografía europea de las últimas décadas, y hace sólo unas semanas acometió su primera grabación para la nueva etapa del sello. "Una gran emoción y una enorme responsabilidad. Eso es lo que siento", comenta a la vez nervioso e ilusionado.
Enamorado de la música clásica después de escuchar en sus años universitarios un disco de Maurizio Pollini con
Sonatas de Beethoven, en enero de 1995 Mauro Primon se lanzó sin red al mundo que tanto lo apasionaba al fundar Jupiter, una empresa de distribución de discos clásicos que, pasados trece años, se ha convertido en la más importante de Italia, con sus más de 60 sellos internacionales adscritos. "Fue una locura", confiesa, "pero esta era mi gran pasión, y las cosas nos han ido razonablemente bien. Ahora inauguramos una nueva etapa. Ya sé que la situación en el entorno del disco no es la ideal, pero tampoco aspiro a hacerme multimillonario con esto. Hemos apostado fuerte, hemos hecho una inversión muy importante, pero sabemos que el producto merece la pena. Arcana tiene un inmenso prestigio y confiamos en poder mantenerlo y, si es posible, incrementarlo."
Arcana fue en efecto el gran proyecto personal de uno de los más importantes productores europeos del último medio siglo, Michel Bernstein, un parisino que también se sintió irresistiblemente arrastrado hacia el mundo de la música clásica a partir de una
Sonata de Beethoven, como confiesa en el primer capítulo de sus
Memorias, que publicó en español la web de Diverdi. Acababa de terminar la Segunda Guerra Mundial y Bernstein era sólo un adolescente fascinado por un mundo cuyas dimensiones apenas empezaba a vislumbrar. Sólo nueve años después, en 1954, aquel joven fundaba su primer sello, Vendôme, al que cuatro años más tarde seguiría Valois, una marca ya importante, que pasaría a engrosar la factoría Astrée, el sello con el que se dieron a conocer Jordi Savall o Hopkinson Smith entre otros muchos, y que Bernstein creó en 1975.
Pero a finales de los 80 Astrée pasó a otras manos, el clima de trabajo se hizo turbulento y Michel Bernstein acabó saliendo de la casa que él mismo levantó en no muy buenas relaciones con los nuevos propietarios. Entonces se decidió a poner toda su sensibilidad, sus conocimientos y su experiencia de décadas al servicio de Arcana, seguramente la más personal de sus aventuras, que inició en 1992 y residenció en Nantes. Orientado principalmente, como casi todo lo que había hecho hasta ese momento, al sector, entonces en pleno auge, de la música antigua, el sello se distinguiría siempre por la naturalidad de su sonido, la exquisitez de sus presentaciones y la calidad incuestionable de sus intérpretes, que fueron configurando en catorce años un amplio catálogo en el que es casi imposible encontrar un minuto de ganga. Arcana fue además el más artesanal de los empeños de Bernstein. Durante mucho tiempo, lo compartió estrechamente con su esposa, Charlotte Gilart de Kéranflec'h, pero cuando el productor murió en octubre de 2006, la pareja se había roto y Charlotte no mostró nunca intenciones de continuar adelante con el proyecto de Michel. La marca y el catálogo de Arcana quedaban así en un limbo del que ha venido a sacarlos el empeño y la audacia de Mauro Primon.
Para hacerse con los derechos del sello de Bernstein, el empresario italiano ha fundado una nueva compañía, 551 Media (a ningún melómano se le escapará el hecho de que 551 es el número que la
Sinfonía Júpiter de Mozart tiene en el catálogo de Köchel), que llevará a partir de ahora la distribución internacional tanto del fondo de catálogo como de las nuevas grabaciones. "El objetivo", comenta Giovanni Sgaria, director artístico para la nueva etapa de Arcana, "es llegar al Midem 2009 con una lista importante de los próximos proyectos de grabaciones, en los que queremos que participen los artistas que han contribuido en estos años a labrar la reputación mundial del sello. También queremos tener para entonces un calendario de reediciones de nuestro catálogo, habida cuenta de la calidad del repertorio y de la excelencia técnica de la gran mayoría de los registros".
Mauro Primon no quiere adelantar todavía demasiados detalles del futuro. "Esperamos hacer 5 ó 6 grabaciones a lo largo de 2009 y luego se verá", comenta. "No pretendemos olvidar el legado de Michel y Charlotte", repite una y otra vez, "pero somos diferentes y haremos cosas diferentes. La filosofía de partida tiene en cualquier caso mucho que ver con el pasado de Arcana: buscaremos la excelencia, no sólo en el sentido musical, lo que se puede dar por sobrentendido, sino también en los aspectos técnicos y visuales de nuestros productos, y, al menos al principio, la música antigua tendrá un peso muy especial." "En enero presentaremos nuestro primer disco, que es el último que grabó Michel Bernstein", apunta Giovanni Sgaria, "el último volumen de la colección de
Cuartetos de Haydn por el Cuarteto Festetics, que Michel grabó completo, pero quedó sin montar. Es el trabajo que estamos haciendo ahora. Vamos a respetar por supuesto el aspecto exterior que tenía la colección; nos hemos hecho ya con el retrato de Haydn que correspondía para este volumen." Es el de la imagen de las futuras publicaciones uno de los asuntos que queda por resolver. "En principio, vamos a mantener la línea de la antigua Arcana, para asegurar el reconocimiento de los aficionados, pero es algo sobre lo que tenemos que reflexionar más", concluye sobre el particular Mauro.
El otoño viste cada año con infinidad de matices cromáticos el bosque de castaños que recubre el Monte Mesma, en cuya cima se levanta un pequeño monasterio franciscano que dispone de unas deliciosas vistas sobre el lago de Orta y la localidad de Orta-San Giulio. "He vivido en ese pueblo los últimos 20 años de mi vida", comenta Mauro Primon, que nació cerca de allí, y mantiene la sede de sus empresas en Verbania, una ciudad ribereña del lago Mayor, también próxima. Ha sido justo allí, en la iglesia del monasterio, donde el conjunto
La Reverdie ha realizado entre el 14 y el 17 de octubre pasados la primera grabación de la nueva etapa de Arcana.
Fundado en 1986 por dos jovencísimas parejas de hermanas (Livia y Claudia Caffagni, naturales de Bolonia; Ella y Elisabetta de Mircovich, nacidas en Trieste), a las que en 1993 se unió el norteamericano Doron David Sherwin, La Reverdie es uno de los grandes referentes de la interpretación de la música medieval en nuestros días y uno de los grupos que mejor representó la filosofía de Michel Bernstein, para quien grabaron trece discos. "Conocimos a Michel en 1992, a través de Klaus Neumann, que trabajaba en la Radio de Colonia y era uno de los más importantes productores europeos de música antigua", recuerda Elisabetta. "Habíamos grabado ya un par de discos en Italia, para Nuova Era y Giulia Records, pero deseábamos encontrar otro sello. Nos gustó la filosofía sonora de Michel, que se basaba en encontrar acústicas naturales que se ajustaran a los programas, rechazando cualquier aspecto que pudiera resultar artificial, y esto para nosotras era fundamental. Nuestro primer disco con Arcana salió en 1993 y desde entonces no hemos trabajado para ningún otro sello. No hubo nunca ningún contrato de exclusividad firmado, era un acuerdo tácito, personal, casi una exclusiva ética entre Michel y nosotras. Él jamás nos impuso nada. Escogíamos aquello que deseábamos grabar y teníamos absoluta libertad para hacerlo. Lo vimos por última vez en septiembre de 2006, en la fiesta que organizamos con motivo del 20 aniversario de nuestra formación, y lo encontramos muy contento, aunque le quedaba apenas un mes de vida. Es curioso que el último
mail que Jupiter ha encontrado en el correo de Arcana ha sido justamente un mensaje nuestro en el que le proponíamos la grabación de
Carmina Burana, y Michel se mostraba muy interesado, porque le parecía un bello título, así que pienso que estaría muy feliz de saber que estamos haciendo ahora ese trabajo."
Es en efecto con un programa en torno al célebre manuscrito de Beuren que La Reverdie vuelve dos años después a la actividad discográfica. "Estábamos preocupadas, porque los discos son importantes, pero hemos preferido esperar, porque sabíamos que Arcana tenía muchos pretendientes. Además, el hecho de que el sello venga a Italia es una muy buena noticia para nosotras, porque la música antigua no está en nuestro país todo lo bien que desearíamos, y esto puede ser un acicate importante", continúa Elisabetta.
Carmina Burana. Sacri Sarcasmi se centra en las canciones moralizantes y amorosas del manuscrito. "Las más difundidas son siempre las canciones de taberna y sarcásticas", dice Claudia, "que en el fondo son una minoría en el conjunto de los cantos. Hemos querido hacer algo diferente."
Hasta ocho músicos (los cinco que forman regularmente el grupo más los cantantes Andrea Favari, Paolo Borgonovo y Matteo Zenatti) se han reunido estos días de octubre en torno a
Anne Decoville, la ingeniera de sonido, en la cima serena del Monte Mesma para grabar un programa que incluye también un par de temas puramente instrumentales, uno escrito expresamente por Doron Sherwin para el CD. A Claudia la acústica de la iglesia le parece ideal: "Es grande para lo que suele utilizarse en las grabaciones, pero lo preferimos así. A veces se acotan los espacios grandes para grabar y eso no me parece nada bueno, porque el sonido se satura". "Este silencio, esta tranquilidad son una maravilla", se complace Ella, "recuerdo una grabación que hicimos en Bérgamo y tuvimos que dedicar el día para ensayar y hacer las tomas de madrugada, porque a horas normales era imposible por el ruido".
"Es el segundo disco que grabamos con Anne Decoville", explica Elisabetta. "Su nombre nos lo propuso Bernstein. Conocimos su forma de hacer las cosas y nos pareció que se ajustaba a nuestra propia filosofía de sonido. Registramos ya un disco con ella en vida de Michel,
Missa Sancti Iacobi. Trabajamos muy bien juntas, como en su día lo hicimos con Charlotte, porque Anne también es músico, y es muy competente tanto en el terreno técnico como en el musical". La jornada empieza muy pronto, a las ocho, porque a las seis de la tarde la iglesia tiene que quedar libre para los oficios religiosos. En la mañana del 16 de octubre el cuarteto femenino se esfuerza durante horas en pulir todos los matices de un tema instrumental, Claudia con el salterio, Livia con la flauta, Elisabetta con la fídula, Ella con el arpa. El equipo de grabación queda en una dependencia situada a un nivel inferior, entre dos pequeños y encantadores claustros, pero la comunicación con Anne es permanente. A última hora de la mañana, las tomas han terminado y el cuarteto ensaya la única pieza que les queda por registrar, la más larga de todo el CD, que es exclusivamente vocal. Música de goliardos cantada por mujeres. "Seguro que no era así", reconoce Elisabetta, "pero no podemos hacer nada al hecho de que somos mujeres... En cualquier caso, hemos pensado también en la cuestión del color y aparte de que en el disco colaboran cuatro voces masculinas, tratamos de hacer que nuestra forma de cantar pueda aproximarse a la de unos muchachos jóvenes, como pudieron ser los goliardos."
Los próximos proyectos de La Reverdie pasan por música inglesa, por Johannes Ciconia, por un trabajo largo tiempo anhelado junto al actor
Mimmo Cutticchio, y los de Arcana por asentar este reverdecimiento de su existencia. "Este mismo fin de semana hacemos nuestra segunda grabación. En Linz, Paul Badura Skoda graba un programa Haydn", informa Mauro Primon. "Ahora mismo estoy algo cansado, pero muy emocionado e ilusionado... Y, sobre todo, muy importante: no nos olvidamos del espíritu de Michel Bernstein, pero somos diferentes y haremos cosas diferentes en el futuro", insiste una vez más antes de la despedida. En Orta, a vista de pájaro del lago y de la isla de San Giulio, ha comenzado a escribirse ese futuro.
[Publicado en Scherzo nº236 de diciembre de 2008]
1 comentario:
Estupendo reportaje, Pablo. ¡Enhorabuena!
Publicar un comentario