domingo, 11 de enero de 2009

Celebrando a Haendel (6)

Oratorios de Haendel por René Jacobs en HM
Georg Friedrich Haendel (1685-1759): MESSIAH HWV 56
oratorio en tres partes con libreto de Charles Jennens, a partir de diferentes libros del Antiguo y el Nuevo Testamento

Kerstin Avemo, soprano
Patricia Bardon, alto
Lawrence Zazzo, contratenor
Kobie van Rensburg, tenor
Neal Davies, bajo
The Choir of Clare College (director: Timothy Brown)
Freiburger Barockorchester (concertino: Petra Müllejans)
Director: René Jacobs
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HARMONIA MUNDI HMX 2908280.83 (CD 3-4) [75'40'' - 62'08'']
Grabación: Enero de 2006


Pese a ser el más conocido de todos, El Mesías tiene en realidad poco que ver con el resto de oratorios de Haendel. Aquí no se cuenta una historia de forma narrativa y lineal, sino que se trata más bien de una agrupación de reflexiones extraídas directamente de la Biblia sobre las supuestas vida y obra del involuntario fundador del Cristianismo. La obra se estrenó en Dublín en 1742, al año siguiente se presentó en el Covent Garden de Londres y luego se repitió en la capital inglesa en 1745 (Haymarket), 1749 (Covent Garden) e ininterrumpidamente, y hasta la muerte del compositor, de 1750 a 1759 (Capilla del Foundling Hospital y Covent Garden). Como era normal en la época, para muchas de estas ocasiones Haendel hizo pequeñas adaptaciones en función de los conjuntos de los que dispusiera en cada momento. Hasta hace bastante poco, lo normal era que cada director compusiera su propio Mesías a partir de las diferentes opciones disponibles, aunque en los últimos años han empezado a ponerse de moda las versiones ajustadas a funciones concretas de la obra, si bien conviene dejar claro que las diferencias tampoco son demasiado notables. Gran fama y prestigio ha conseguido, por ejemplo, la grabación de John Butt en Linn de la versión del estreno dublinés (premio del Midem incluido), que se hizo en mayo de 2006, apenas cuatro meses después de ésta de René Jacobs sobre la versión de 1750. Las principales diferencias entre una y otra son el paso de dos arias de la voz de bajo a la de contralto ("But who may abide" y "Thou art gone up on high"), y Haendel tuvo una buena razón para ello ya que para 1750 pudo contar con el castrato Guadagnini (el mismo que doce años después estrenaría el Orfeo ed Euridice de Gluck en Viena); la conversión de "He shall feed his flock" en un dúo; el paso de un recitativo acompañado y un arioso de soprano de la segunda parte ("Thy rebuke", "Behold and see") a la voz de tenor; la conversión del dúo "How beautiful" en otra aria para contralto, esto es, para Guadagnini; y el añadido del aria para tenor "Thou shalt break them", justo antes del "Hallelujah".

Jacobs recurrió a un coro inglés y a los Barrocos de Friburgo para el que, en mi opinión, es el punto más bajo de su periplo haendeliano. Pese al conjunto vocal, la obra suena por momentos poco inglesa, pero eso es lo de menos: el problema es a mi modo de ver cierto amaneramiento en el tratamiento del ritmo, con juegos que no resultan demasiado justificables con los tempi, parones, acelerones, alargamientos de algunas notas que no aportan nada, o con las dinámicas, contrastes bruscos, con estallidos y apianamientos algo caprichosos. Algunos números corales mudan también su carácter exultante y extravertido por una visión más íntima y recogida, que puede ser hermosa, pero que no termina de encajar en el contexto de la obra. El coro inglés es bueno aunque a las voces más agudas se les escapan algunos chilliditos poco lucidos en los momentos en que Jacobs pide mayor intensidad ("He trusted in God", por ejemplo) y la orquesta alemana parece algo más encorsetada que otras veces e incluso hay pasajes en los que el empaste de la cuerda deja bastante que desear. La soprano Kerstin Avemo suena más bien desangelada en "Rejoice" y, aunque mejora en "But Thou didst not leave" y en "I know that my redeemer liveth", en general queda casi siempre un poco por detrás de la música. Jacobs emplea dos voces de alto, femenina y masculina (y las une en el dúo "He shall feed His flock", tradicionalmente cantado por alto y soprano), las dos a un nivel parecido, aunque me parece algo más intensa la de Bardon que la de un Zazzo, siempre florido en la ornamentación, pero al que veo más suelto en el terreno de la ópera. Kobie van Rensburg es un estupendo tenor, si acaso algo corto de dramatismo en su aria de entrada, y Neal Davies, un bajo que aúna un poderosísimo torrente con una notable delicadeza articulatoria.


Haendel: "For unto us a child is born" de El Mesías. [3'57''] Coro del Clare College. Orquesta Barroca de Friburgo. René Jacobs.

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1 comentario:

Anónimo dijo...

Hermosisimo el extracto de la grabación de Jacobs, la única versión completa que conozco de este hermoso oratorio es la de Mark Minkowski con una maravillosa Magdalena Kozena. Sin haber oido la de Jacobs me inclino a pensar que solo la presencia de Patricia Bardon la hace digna de oirse.
Señor Vayón si me permite una humilde sugerencia: sería interesante que dedicará un espacio para comentar las maravillosas cantatas italianas de Handel en contexto estilistico como historico ya que son obras de una gran belleza y muy representativas de la Roma de comienzos del siglo XVIII.

Saludos!