HM Gold es la colección de reediciones en serie media que Harmonia Mundi diseñó con motivo de su medio siglo de vida. El primer lanzamiento incluía 15 títulos y en estos días llega la segunda tanda, otros 15 cedés, que traen consigo una de las mayores joyas de todo el catálogo de la multinacional francesa, al menos en mi opinión: la Missa Pange lingua de Josquin en la versión del Ensemble Clément Janequin y el Ensemble Organum, el primer disco de polifonía verdaderamente grande (he estado tentado de escribir 'abrumadoramente grande') que recuerdo haber escuchado y el que me liberó de la sombra de la aburrida ortodoxia de los coros ingleses. Pero también hay otras cosas estupendas, como la Trauerode de Bach en las manos de quien es el mejor intérprete que yo haya oído nunca de la música religiosa del Cantor, Philippe Herreweghe, el Venus y Adonis de Blow en la chispeante visión de René Jacobs (muy superior a la antigua de Medlam, también en HM), un buen disco de cantatas de Buxtehude por Junghänel o el Requiem de Fauré en su versión camerística, otra vez en las manos de Herreweghe (que luego grabaría también la versión sinfónica) y con la encantadora Agnès Mellon haciendo un celestial "Pie Jesu". El resto no está nada mal, pues la gran Victoria de los Ángeles canta las Canciones de Falla y el Trío Wanderer hace una buena Trucha de Schubert; en cambio, la Misa de Notre Dame de Machaut de Marcel Pérès no me apasiona (prefiero sin duda el refinamiento, la sutileza y la luminosidad de Dominique Vellard), el rescate de la Misa Christi Resurgentis de Biber por Andrew Manze (escuché su estreno en España en la Semana de Música Religiosa de Cuenca) me parece algo anodino y Fretwork, conjunto que me aburre soberanamente en directo (lo contrario que Keyrouz, que me gustó más cuando la oí en vivo que en sus adormecedoras grabaciones), pasa sin pena ni gloria por el Odhecaton de Petrucci, primera obra musical impresa de la historia. Pongo las portadas de los discos por orden (absolutamente subjetivo, obviamente) de preferencia, dejando para el final dos que no he escuchado (Krenek y Alkan/Liszt) y otros dos de los que tengo palídísimos recuerdos (la Water Music de McGegan y el Schubert de Pennetier y compañía).
La nueva Cuarta de Brahms por Barenboim en Berlín, según Pedro González Mira
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Me envía Pedro González Mira las siguientes líneas a propósito del
concierto de Barenboim y la Filarmónica de Berlín que intenté comentar en
la entrada a...
Hace 21 horas
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