miércoles, 9 de julio de 2008

Colores del medievo

Axabeba
AXABEBA

Noches en los Jardines del Real Alcázar. Componentes: María Dolores García, canto y percusión; Ignacio Gil, flautas dulces, flauta doble, oboe de cápsula, axabeba; José Luis Pastor, laúdes, cítola, çinfonía de trastes, guiterne. Programa: La música en los tiempos del Cantar de Mío Cid. Lugar: Jardines del Real Alcázar. Fecha: Lunes 7 de julio. Aforo: Casi lleno.

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COLORES DEL MEDIEVO

El onubense José Luis Pastor, miembro fundador de Artefactum, y María Dolores García, la cantante cordobesa que también formó parte del conjunto, dejaron hace unos años la casa matriz para crear un nuevo proyecto al que llamaron Axabeba y al que asociaron también a Ignacio Gil, que mantiene en cambio su vinculación con el grupo de origen.

Cuando alguien se separa de una idea artística con una personalidad tan definida como la de Artefactum, no resulta fácil distanciarse del todo, esto es, encontrar un estilo propio, una forma de hacer las mismas cosas (o parecidas) con carácter y clara distinción. Dos discos y multitud de conciertos por toda la geografía nacional en menos de un lustro marcan sin embargo que ese sello particular ya existe y se manifiesta en un enfoque diferente de la música del medievo, que sigue siendo el objeto de estudio e interpretación de ambos conjuntos, hasta el punto de que en sus recitales para el Alcázar de este año, sus programas coinciden en algunas danzas.

Cierto que José Luis Pastor, posiblemente el mayor especialista español en instrumentos de cuerda pulsada de la Edad Media, se ha abierto a la música polifónica, y por eso el lunes sonaron en el alcázar un virelai a tres voces del Llivre Vermell o una ballata de Francesco Landini, el gran representante del ars nova italiano. Todo ello se pretendía encajar además en un programa que partía de la conmemoración del octavo centenario de la primera edición del Cantar de Mío Cid (1208) y que dio un repaso por danzas, canciones de trovadores, troveros y juglares goliardescos y cantigas del Rey Sabio y Martín Códax.

Un paseo por los colores musicales de los siglos XIII y XIV a partir de una concepción de tono intimista, volcada en destacar los matices tímbricos y las posibilidades sonoras de los diferentes instrumentos de cuerda pulsada, que ganan protagonismo notable, o de seguir los acentos de una voz que se atreve en solitario con una cantiga de amigo, que sonó con atractiva desnudez, o que es capaz de crear un clima de noble solemnidad en el Maria matrem del Vermell, acompañada por el dulce timbre de la axabeba. Algunos tempi quizá demasiado lentos, que provocaron pequeñas caídas de tensión (como en Echo la primavera de Landini, a la que, en su celebración del fin del invierno, no viene mal un tono algo más efusivo y vigoroso), no merman para nada la calidad de un recital que se repite aún 28 de julio y 7 de agosto y que recomiendo sin reservas.

[Publicado en Diario de Sevilla el miércoles 9 de julio de 2008]

Instrumentos Axabeba

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