En 1808, Ingres pintó en Roma su famosa Bañista de Valpinçon.
Algo más de un siglo después, hacia 1925, Man Ray vio en la silueta de la mujer desnuda un violín.
Recientemente, uno de esos artistas semianónimos que circulan por la red y que responde al alias de Bordeaux37 ha reinterpretado el violín de Man Ray.
¡Menos chichi y más chicha!
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Perdón por el chiste malo y ordinario, pero tenía que hacerlo. Acabo de
salir del Ateneu Ruman (sí, estoy en Bucarest) de escuchar el *Concierto
para pia...
Hace 16 horas
4 comentarios:
Al ver las imágenes, me ha venido a la mente un pasaje divertidísimo de la obra de Patrick Süskind "El Contrabajo"[...]Entonces...aunque parezca cómico...la imagino en pie delante de mí, muy cerca, como ahora el contrabajo. Y no puedo contenerme, tengo que abrazarla...así...y paso la otra mano...como si fuera el arco...por su trasero...o desde el otro lado, como si estuviera detrás del contrabajo, coloco la mano izquierda sobre sus pechos, igual que en la tercera posición sobre la cuerda de sol...como en un solo...ahora es un poco difícil de imaginar...y la rodeo con la derecha con el arco, hacia abajo, y después así y así y así...[...]pag.55. Ed. Seix Barral
Un abrazo y felicidades por el blog
Upsss. Estupendo texto para la ocasión, sí. Lástima que no tenga ni haya leído esa novela... Creo que lo habría recordado.
Ingres adoraba tocar el violín. Se dice que la tendencia a la geometrización de sus figuras, la eterna búsqueda de la curva en cada uno de sus retratos, es en el fondo el reflejo inconsciente de este instrumento y sus melodías sinuosas.
hermosa foto
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