Llevan casi quince años frecuentando ambientes malsanos, recorriendo caminos polvorientos y calles enfangadas, frecuentando tabernas mugrientas y barrios de mala reputación, siguiendo las huellas de los juglares y los clérigos mundanos e incluso las cuerdas de los leprosos y las rutas mortíferas de los apestados, aunque también suele vérselos por palacios, castillos y escritorios monacales, animando los banquetes míticos de reyes y caballeros y las timbas espontáneas de tahúres y soldados, y sin embargo ahí siguen, frescos y lozanos, como si el tiempo no los tocara.
Son por supuesto los miembros de Artefactum, el conjunto sevillano que ha conseguido en este tiempo popularizar la música medieval en su entorno de una forma que sería digna de un estudio más profundo. Pocos conjuntos dedicados a un repertorio tan concreto, tan especializado, han logrado crear la expectación que Artefactum concita con cada actuación, con cada presentación de un repertorio nuevo. El ciclo de las Noches en los Jardines del Real Alcázar así lo ha reconocido este año, dedicándole seis sesiones, más que a ningún otro grupo de cualquier estilo musical, sesiones que se cerrarán el lunes 25 de agosto y el jueves 4 de septiembre.
Los conciertos del Alcázar han servido para que Artefactum presente su cuarto disco, después de aquel heroico trabajo emprendido casi sin medios en 1996 (De la taberna a la corte), que los dio a conocer lejos de su entorno más cercano, de su colaboración con el sello Lindoro (Tempus est iocundum) y de su anterior trabajo (En el scriptorium), dedicado a las Cantigas de Santa María y grabado para Pasarela, la marca que también acoge este Saltos, brincos y reverencias, con el que el grupo más emblemático de la factoría Zanfoñamóvil parece querer regresar a sus orígenes instrumentales, pues se trata de un CD dedicado a danzas del medievo, fundamentalmente centrado en el manuscrito catalogado como Additional 29987 en la Biblioteca británica de Londres, que recoge música del trecento italiano.
Aunque en el códice se incluyen también canciones polifónicas, es más conocido por sus quince estampidas y danzas monódicas, de las que este disco recoge siete (tres de los cuatro saltarellos, una de las danzas rápidas más típicas de la época; el trotto, especie de galop antiguo; La Manfredina con su Rotta, variación rápida del tema inicial; además de la Ghaetta y el Parlament, dos de las ocho estampidas que contiene el manuscrito londinense), completándose con una Danza inglesa del siglo XIII y el Amoroso y la Danza de Cleves, piezas francesas del XV.
En formación de quinteto (que incluye al colombiano Francisco Orozco, un habitual ya del conjunto hispalense), con pequeñas colaboraciones de otros tres instrumentistas, Artefactum es fiel a su estilo exuberante y vitalista, en el que la riqueza sensual y hedonista de los timbres y el vigor de la rítmica marcan un espíritu de joie de vivre que queda puntualmente contrastado con delicadas secuencias solísticas, como la que dibuja el organetto que abre la Manfredina. Armados con sus laúdes, zanfoñas, flautas, chirimías, arpas, cornamusas y todo tipo de artefactos percutivos, los miembros de Artefactum encuentran en este repertorio cortesano las rendijas por las que se filtran el aire y los sones populares de las calles, tabernas, sendas y caminos que recorren incansables para deleite de sus seguidores.
SALTOS, BRINCOS Y REVERENCIAS: DANZAS INSTRUMENTALES DEL XIV Y XV Artefactum
Francisco Orozco, laúdes Ignacio Gil, flautas, cornamusa, chirimías José Manuel Vaquero, organetto Juan Manuel Rubio, viola, zanfoña, arpa gótica Álvaro Garrido, percusión
con la colaboración de Vicente Parrilla, flauta dulce Rami Alqhai, viola da gamba Guillermo Pérez, organetto
1. Danza inglesa 2. Saltarello 3. Trotto 4. Ghaetta 5. Manfredina y Rotta 6. Saltarello 7. Parlament 8. Saltarello 9. Amoroso 10. Danza de Cleves ---------- PASARELA CDP4/1094 [53'43''] Grabación: Septiembre de 2007
Ghaetta. [6'15''] Artefactum
P. S.Pasarela es una compañía sevillana dedicada a la representación artística y a la grabación y distribución de discos, habitualmente de música popular (es el sello de las Sevillanas, para entendernos). Ya sé que las condiciones de publicación en un sello de estas características no son las mejores, pero precisamente por eso Zanfoñamóvil, que es la que paga, debería estar más encima y cuidar mucho más la edición de un producto como este. Para empezar, el subtítulo no es de recibo: ¿qué es eso de "danzas instrumentales del XIV y XV"? Eso no es castellano. "Danzas instrumentales de los siglos XIV y XV" habría sido lo correcto. Para seguir, los títulos de las piezas son dificilísimos de distinguir por causa de la tipografía y el color empleados y quedan además en segundo plano con respecto a un itinerario imaginario que el grupo ha trazado y que, con todos los respetos, no tiene ni pies ni cabeza: "Llegada al mercado de Oxford", "Primer saltarello", "Eppur si muove", etc., etc. no dice nada al oyente, no resulta significativo desde el punto de vista evocativo, si era de lo que se trataba, y en último término, el tratamiento tipográfico tendría que haber estado supeditado al título conocido de la pieza interpretada y no al revés. Que además no se incluya la duración ni de los cortes individualmente ni del disco globalmente es un feo detalle, que hace incómodo su manejo para muchas pequeñas tareas (sin ir más lejos, su inclusión en este blog). Por último, si el conjunto pretende que sea tomado verdaderamente en serio, en sus discos tiene que incluir las fuentes de donde saca el material que interpreta. Me parece muy bien que me digan que para la recreación de las danzas se han basado en los libros de Waite o de Reese, ¿pero de dónde sale ese Amoroso y esa Danza inglesa? No todo vale, y hay cosas en las ediciones discográficas (que son documentos, yo sigo mi guerra particular contra la desidia de los productores en este aspecto) que resultan absolutamente preceptivas e insoslayables. Todos estos detalles pueden ensuciar un trabajo que a lo mejor está bien hecho en el aspecto interpretativo. Y cuesta verdaderamente tan poco...
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