domingo, 24 de agosto de 2008

Audrey Hepburn violonchelista

Un cartel de Ariane de Billy Wilder en español (autor desconocido)
En Love in the Afternoon, que en España se estrenó con el título de Ariane y en algunos países sudamericanos con el de su traducción literal de Amor en la tarde, Audrey Hepburn es una joven parisina estudiante de violonchelo, hija de un detective privado que vive de las infidelidades ajenas (gran Maurice Chevalier) y acabará prendada de un multimillonario donjuán americano (Gary Cooper). La crítica ha destacado de forma mayoritaria el error de cásting que supuso confrontar a una jovencísima y radiante Hepburn (tenía 28 años cuando se hizo esta película en 1957, pero representa menos) con un Cooper algo ajado ya a sus 56, y no tanto por el aspecto físico del galán (que trata de disimularse con la fotografía) como por la sensación de cierto cansancio que transmite y que resta verosimilitud a la trama. Puede que esto sea cierto, y de hecho Billy Wilder pretendió a Cary Grant para el papel (una de las grandes desgracias del cine en su primer siglo de vida es que estos dos genios no llegaran a coincidir en ningún proyecto, a pesar del interés repetido una y otra vez por el director, que lo había pretendido ya para Sabrina), pero la película no deja de ser por ello una gozada. Se trata de la primera colaboración de Wilder con el guionista I. A. L. Diamond, una asociación que en los siguientes años iba a dar una sucesión de absolutas obras maestras como es difícil de encontrar en la historia del arte cinematográfico (Con faldas y a lo loco, 1959; El apartamento, 1960; Uno, dos, tres, 1961; Irma la dulce, 1963; Bésame, tonto, 1964) y se trata también de un verdadero homenaje de Wilder a su gran maestro Lubitsch, cuyo toque de sofisticación tanto en el guión como en la puesta en escena recorre el filme de principio a fin.

De todo ello (y de otras cosas) se habla en los enlaces que dejo por ahí abajo, pero este no es un blog de cine, sino de música y si traigo aquí Love in the Afternoon es por las escenas en que está implicada la música. En este caso lo que me interesa es la aparición de orquestas sinfónicas en la pantalla, y esta película nos da un par de opciones de contemplarlas: en primer lugar, el conjunto del Conservatorio en el que toca la protagonista, que prepara la Sinfonía nº88 de Haydn. Son sólo unos segundos.



Se habrá observado que la orquesta sinfónica es creada en realidad por la ilusión cinematográfica, pues en pantalla sólo aparece una mínima parte de lo que sería el conjunto completo, con el flautista enamorado de Ariane (Van Doude) justo detrás de ella por exigencias del guión. Bien distinta es la segunda oportunidad en que aparece un conjunto orquestal, pues ahora nos trasladamos al interior del Palacio Garnier, y aunque mientras suena el Preludio de Tristán e Isolda, la atención dramática no está fijada para nada en la música, foso, orquesta y director son bien visibles, y la escena se va creando a partir de ellos. No puedo dejar de comentar el papel del amigo flautista de la protagonista, que asiste a la ópera partitura en mano y que forma parte de una tradición bastante arraigada en el Hollywood clásico, la de la simplificación y ridiculización de la figura del melómano, presentada habitualmente como la de un músico académico obsesionado por los garabatos de los pentagramas e incapaz de habilidad social alguna, cuando no caracterizado como un sujeto fatuo, intolerante y egocéntrico, obviamente también como un inadaptado social (en román paladino, como un capullo integral) como confirma, por ejemplo, El príncipe de las mareas de Streisand, película que, por otro lado, me resulta insoportable.



Pero, aunque se aparte del objetivo último del post, no puede pasarse por Ariane sin hacer referencia al cuarteto de músicos zíngaros que acompaña a Míster Flanagan hasta en el interior de unos baños turcos ni a Fascinación, ese vals de Filippo Marchetti que envuelve las escenas de amor de la película (y a toda la película con ellas). En esta larga secuencia, con The Gypsies como grandes protagonistas, parece aunarse lo mejor de Wilder y de Lubitsch. La alta comedia del mejor Hollywood a través de la música.



FICHA TÉCNICA

Título original: Love in the Afternoon (en España, Ariane; en Argentina, Amor en la tarde)
Año de producción: 1957
Duración: 126 minutos.

Director: Billy Wilder
Guión: Billy Wilder e I. A. L. Diamond, a partir de la novela Ariane, de Claude Anet
Productores: Billy Wilder, Doane Harrison,William Schorr, Lee Katz
Fotografía: William C. Mellor
Música: Franz Waxman

Reparto:
Gary Cooper (Frank Flanagan)
Audrey Hepburn (Ariane Chavasse)
Maurice Chevalier (Claude Chavasse)
John McGiver (Monsieur X)
Van Doude (Michel)
Lise Bourdin (Madame X)
Olga Valéry (la mujer del perro alojada en el hotel)
The Gypsies (ellos mismos)

[En IMDB. En Filmaffinity. En The New York Times. Carlos Giménez Soria en eldigoras.com. Wilder en Miradas de cine. Galería de fotos de Audrey Hepburn. En El mundo de Billy Wilder. En El séptimo cielo]

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