viernes, 31 de julio de 2009

El oboe romántico

Obras románticas para oboe y piano en Verso
DÚO CONCERTANTE: OBRAS DEL ROMANTICISMO PARA OBOE Y PIANO

Eduardo Martínez Caballer, oboe
Ricardo Cecchetti, piano

1. Amilcare Ponchielli (1834-1886): Capriccio
2. Antonio Pasculli (1842-1924): Gran Concerto sobre temas de la ópera I Vespri siciliani de Verdi

Robert Schumann (1810-1856):
3. Drei Romanzen Op.94
4. Adagio y allegro en la bemol mayor para trompa y piano Op.70 [versión para oboe y piano, prevista por el compositor]

5. Camille Saint-Saëns (1835-1921): Sonata para oboe y piano Op.166

6. Johannes Wenceslaus Kalliwoda (1801-1866): Morceau de Salon Op.228
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VERSO VRS 2061 (Diverdi) [69'29'']
Grabación: Junio de 2007


La historia más tradicional de la lutería nos habla de una línea de hallazgos y progresos continuos (o al menos en espiral) que habría conducido a la creación de instrumentos cada vez más perfectos y precisos, los cuales, a la vez que facilitaban la tarea de los ejecutantes, veían ensanchadas sus posibilidades sonoras. Esto es cierto en parte, aunque no pueden dejarse de lado las presiones sociológicas (en ocasiones, incluso por encima de las artísticas) que propiciaron esos cambios y aunque haya casos en los que lo que los instrumentos ganaron en amplitud melódica, equilibrio, homogeneidad o afinación se perdió en encanto: para mi gusto es el caso del oboe, cuyo timbre actual me resulta mucho menos atractivo que el del instrumento del período barroco. Por supuesto, se trata de una opinión personalísima, que no afecta para nada a las ricas posibilidades que sin duda el instrumento tiene como solista, aunque es cierto que durante el Romanticismo su papel en este terreno se vio bastante limitado con respecto al amplísimo uso que hicieron de él los maestros del pasado. Las piezas de Schumann son una auténtica delicia (en mi opinión las tres romanzas de la Op.94 se cuentan entre lo mejor que escribió nunca el compositor) y la Sonata de Saint-Saëns es buena muestra del ingenio y la habilidad de su autor para obtener ese leve encantamiento de la música no memorable pero gozosa, con una escritura sencilla, despojada de artificio y elegante. Ponchielli parece escribir unas variaciones sobre un aria de ópera, que es lo que hace Pasculli sin ambages, mientras Kalliwoda ofrece una amplia demostración de las posibilidades del oboe en una pieza virtuosística pero con regusto melancólico. Tras su interesante experiencia mozartiana, Eduardo Martínez Caballer y Riccardo Cecchetti ofrecen un producto de impecable traza musical y técnica. Espero ya la continuación de la experiencia con repertorio del siglo XX, el paso natural en este trayecto.


Saint-Saëns: Sonata para oboe y piano Op.66: Andantino / Ad libitum / Molto Allegro. [10'56''] Eduardo Martínez Caballer. Riccardo Cecchetti

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