sábado, 31 de octubre de 2009

La era de los flamencos (9)

Josquin en Masters from Flanders
JOSQUIN DESPREZ

Capella Sancti Michaelis
Currende Consort
Director: Erik van Nevel

Guillemette Laurens, mezzosoprano
Jan Caals, alto
Jan van Elsacker, tenor
Erik van Nevel, tenor
Job Boswinkel, bajo

Doron Sherwin, corneta
Harry Ries, sacabuches
Charles Toet, sacabuche tenor
Wim Becu, sacabuche bajo
Marcel Ketels, flauta dulce
René van Laken, viola da gamba, chirimía tenor
Norbert Kunst, chirimías y bajones
Erik van Nevel, chirimía
Piet Stryckers, viola da gamba
Phillipe Malfeyt, laúd, percusión
Johan Laleman, órgano


Josquin Desprez (c.1440-1521)

1. Douleur me bat
2. Plusieurs regretz
3. Fortune destrange plummaige
4. II fantazies de Joskin
5. O virgo prudentissima
6. Domine ne in furore
7. Si j’avoye Marion
8. Je ne me puis tenir d’aimer
9. Allegez moy
10. Entré je suis en grant pensée
11. Faulte d’argent
12. Adieu mes amours [laúd]
13. Adieu mes amours [voces]
14. Cueurs desolez par toute nation
15. A l’eure
16. Absolve quaesumus
17. Mirabilia testimonia tua
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ETCETERA KTC 1380 (Diverdi) [CD 8] [61'39'']
Grabación: 1995


Y al fin, Josquin. El Divino. Sujeto de adoración en vida. Admirado por todos los grandes de todas las épocas hasta nuestros días. El arte de Josquin es un arte de síntesis entre la maestría polifónica de los grandes maestros del norte (de Dufay a Ockeghem) y el gusto por una escritura basada más en la armonía, que iba a ir imponiéndose en Italia. En cualquier caso, en su música se funden de forma extraordinaria la perfección de las proporciones y el afianzamiento de la escritura imitativa con una sensibilidad humanística que hace que la expresión pase a primerísimo plano, pero no sólo en sus canciones (hay algunas que parecen adelantar el estilo de un Janequin), sino también en sus obras religiosas, incluidas las creadas sobre moldes tan estereotipados como las misas. La luz y la transparencia se unen en sus obras a un detallismo obsesivo y a un limpio naturalismo que tantas concomitancias tiene con el arte de los primitivos flamencos.

Para este disco, Erik van Nevel consiguió la colaboración de Guillemette Laurens, cuyo timbre pastoso se hace notar en muchas obras, y reforzó la participación del coro de solistas en los motetes, frente a la tendencia de hacer la música religiosa exclusivamente con el gran coro de la Capella Sancti Michaelis, aunque sus intervenciones están igualmente muy cuidadas (Absolve quaesumus o Mirabilia testimonia tua son extraordinarios ejemplos) y hay en ellas algo más de intensidad que en volúmnes precedentes. La discografía de Josquin es generosa, y este disco puede situarse sin complejos de ningún tipo en su parte noble.


Desprez: Domine ne in furore. [7'53''] Currende Consort. Erik van Nevel

Domine, ne in furore tuo
arguas me,
neque in ira tua
corripias me;
quoniam sagittae tuae
infixae sunt mihi,
et confirmasti super me
manum tuam.
Non est sanitas in carne mea
a facie irae tuae,
non est pax ossibus meis
a facie peccatorum meorum.

Miser factus sum
et curvatus sum
usque in finem;
tota die contristatus
ingrediebar.

Cor meum conturbatum est,
dereliquit me virtus mea,
et lumen oculorum meorum,
et ipsum non est mecum.

Ne derelinquas me,
Domine Deus meus,
ne discesseris a me.
Intende in adiutorium meum,
Domine, Deus salutis meae.

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