sábado, 31 de mayo de 2008

Chez Lillas Pastia: El enano

Con la venia, míster Vayón.

Que digo yo que en el Arenal estarán ya desatrancando las puertas y revendiendo los sacos terreros. Que quién lo diría, que viniera un degenerado a evitar una nueva Bastilla. Porque hacía años que no se veían por aquí los ánimos tan sublevados, y es que después del holandés calante, el suicida aburreborregos y el gaseoso donjuán muchos nos temíamos ya lo peor. Las hordas burguesas asaltando el palacio imperial, lo nunca visto en Sureña. ¿Y no piensa usted que el Emperador Don Pedro juega con las cartas marcadas? Eso de aparecer a última hora sobre brioso alazán para salvar el palacio de invierno... No sé yo, no sé yo... La culpa la tiene el pueblo, como siempre, que va por detrás del progreso. ¿No le resulta sospechoso que los mejores espectáculos de la temporada (aztecas, florentinos y meninas), hayan caído fuera del repertorio de toda la vida y hayan sido justo los únicos que no han llenado? ¿No le causa asombro que las divas que la aristocracia crítica desprecia sigan siendo adoradas por el vil populacho? Al final tendrá razón mi primo Ildefonso, el que emigró a Alemania hace ya medio siglo: “¿Belcanto? Uf, no me hables más, aquí la gente se duerme con los barberos y las normas y alucina con los lázaros...”. ¿Sabe usted qué? El año que viene, doble ración de Imperio.

Monsieur Pastia

Una pasión preclásica

La Passione de Naumann por Sergio Balestracci
Johann Gottlieb Naumann (1741-1801): LA PASSIONE DI GESÙ CRISTO
Monica Bragadin, mezzo (Maddalena)
Makoto Sakurada, tenor (Pietro)
Raffaele Giordani, tenor (Giovanni)
Alfredo Grandini, bajo (Giuseppe)
Coro La Stagione Armonica
Orquesta de Padua y del Véneto
Director: Sergio Balestracci
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2 CD CPO 777 365-2 (Diverdi) [65'02'' - 55'04'']
Grabación: Noviembre de 2006


La figura de Johann Gottlieb Naumann (1741-1801) emerge poco a poco de la oscuridad de más de dos siglos de olvido, con alguna ópera y oratorios como esta Passione di Gesù Cristo, estrenada en Padua en 1768 y en la que su arte se muestra deudor del oratorio barroco italiano, aunque hay rasgos que apuntan al Clasicismo. Con cuatro solistas solventes, una Orquesta de Padua y del Véneto en dimensión camerística y su coro de La Stagione Armonica, Sergio Balestracci traza una versión bien equilibrada entre el drama de los recitativos y la larga reflexión de las arias.

[Publicado en Diario de Sevilla el sábado 24 de mayo de 2008]


Naumann: "Di quel sangue, o mortale", coro de cierre de la Primera Parte de La Passione di Gesù Cristo. [4:19] Coro La Stagione Armonica. Orquesta de Padua y del Véneto. Sergio Balestracci

P.S. La Passione fue el primer oratorio de Naumann. Desarrolla un libreto de Pietro Metastasio que ya habían utilizado otros compositores y que se aparta de la narración de los hechos bíblicos característica de las pasiones centroeuropeas; aquí son cuatro personajes los que se reúnen y construyen a partir de sus recuerdos los trágicos acontecimientos vividos meses antes. La estructura es la típica
de los oratorios y óperas barrocos en números cerrados, con abundantes arias da capo, algunas superiores a los 10 minutos de duración. Si he escogido un número coral como ejemplo ha sido para destacar el papel de La Stagione Armonica, el conjunto original de Sergio Balestracci (desconozco si tiene algún tipo de parentesco con el violagambista Guido Balestracci; si alguien lo sabe, estaría muy agradecido en que me lo contara). La Orquesta de Padua y del Véneto es un conjunto sinfónico convencional, pero aquí se presenta en versión reducida (18 instrumentistas de cuerda, además de dos oboes, dos trompas y fagot, más un órgano para el continuo) y liderado por Alessandro Ciccolini, estupendo violinista barroco, como concertino. Ciccolini tiene además a su cargo la parte obligada de violín de uno de los momentos más conmovedores del oratorio, el aria "Vorrei dirti il mio dolore", que canta Maddalena en la Primera Parte de la obra.


viernes, 30 de mayo de 2008

El sueño de Soler

Sonatas y Fandango del Padre Soler
Antonio Soler (1729-1783): SONATAS Y FANDANGO
Nicolau de Figueiredo, clave

1. Sonata en re bemol mayor
2. Sonata R88 en re bemol mayor
3. Sonata R85 en fa sostenido mayor
4. Sonata R90 en fa sostenido mayor
5. Sonata R54 en re menor
6. Sonata R15 en re menor
7. Sonata R86 en re mayor
8. Sonata R84 en re mayor
9. Fandango
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PASSACAILLE 943 (Diverdi) [51'22'']
Grabación: Septiembre de 2006
Clave construido por Emile Jobin según un Cresci fabricado en Livorno en 1778

Aparte la integral de Gilbert Rowland para el sello Naxos, que marcha por el volumen 13 (desconozco si último; la de Bob van Asperen ocupó 12 cedés en la extinta marca Astrée), hacía tiempo que no veía por el mercado español un disco de clave dedicado en exclusiva a las sonatas del Padre Antonio Soler, ese más que singular monje del Escorial que trabajó siempre con un pie puesto en la modernidad irrefrenable de la forma sonata y el otro en la impresionista posmodernidad scarlattiana. Como en Scarlatti, en esta música hay atmósferas más sugeridas que realmente dibujadas, ráfagas de luz, estallidos de color, repeticiones de acordes casi minimalistas, pasajes de enrevesado virtuosismo y mucho aire de baile y de jarana, de danza cortesana y popular, que muchos todavía se preguntan cómo pudo aprender aquel monje catalán, apresado entre los muros imponentes del mausoleo-monasterio madrileño.

El brasileño Nicolau de Figueiredo, al que muchos descubrimos como el más imaginativo continuista que haya trabajado nunca junto a René Jacobs (Rinaldo de Haendel; el Mozart, ¡sorprendente desde el fortepiano!, de Così y Fígaro) y que se impuso ya como solista con un extraordinario recital scarlattiano, tiene el acierto de, sin separarse del universo de exuberante colorido y ataques vigorosamente marcados que recrea en su CD dedicado al compositor italiano, apostar por la estilización del ritmo en momentos como las Sonatas R54 o R86, en las que el tiempo parece estirarse y el canto melódico fluir casi improvisado, como si las barras de compás hubieran desaparecido. Toca Figueiredo un instrumento de Emile Jobin, copia de un Cresci de 1778, que le permite contrastar colores con crudeza y que responde de forma admirable en esa prueba de fuego que es el Fandango, casi una fantasía onírica, de tan inverosímil y sensualmente enardecido.

[Publicado en el Boletín Diverdi nº170 - Mayo de 2008]

Soler: Fandango. [11:55] Nicolau de Figueiredo, clave.

P.S. De Nicolau de Figueiredo tengo una doble imagen, la del fortepianista y clavecinista arrebatadoramente genial y la del director desmañado y más bien torpe de un programa que hizo con la Orquesta Barroca de Sevilla en el Festival de Música Española de Cádiz de 2007. Creo que no olvidaré sus contorsiones, dignas del más audaz banderillero, mientras viva. Por otro lado, Peter Jan Bielder acaba de iniciar en Brilliant una integral del Padre Soler que, habida cuenta el precio de los discos del sello y el más que notable nivel de su integral Scarlatti, habrá que seguir con atención.

Bach entre flamencos

Motetes de Bach por Holten
JOHANN SEBASTIAN BACH (1685-1750): MOTETES
Coro de la Radio de Flandes
Director: Bo Holten

Emilie De Voght, Lore Binon, Sarah Van Mol, Hildegarde Van Overstraeten, Hilde Venken y Nadine Verbrugge, sopranos
Helena Bohuszewicz, Marianne Byloo, Marleen Delputte, Marijke Pyck, Saartje Raman y Lena Verstraete, altos
Frank De Moor, Paul Foubert, Ivan Goossens, Paul Schils, Gunter Claessens e Yves Van Handenhove, tenores
Kristof Aerts, Conor Biggs, Joris Derder, Lieven Deroo, Philippe Souvagie y Marc Meersman, bajos

Bart Naessens, órgano
Elise Christiaens, violone


1. Singet dem Herrn ein neues Lied BWV 225
2. Komm, Jesu, komm BWV 229
3. Der Geist hilft unser Schwachheit auf BWV 226
4. Ich lasse dich nicht, du segnest mich denn BWV anh. 159
5. Fürchte dich nicht, ich bin bei dir BWV 228
6. Jesu, meine Freude BWV 227
7. Lobet den Herrn, alle Heiden BWV 230
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GLOSSA GCDSA 922205 (Diverdi) [69'43'']
Grabación: Junio de 2007

Al frente del Coro de la Radio de Flandes, Bo Holten incluye en este CD los seis motetes de Bach BWV 225-230, añadiendo el catalogado como BWV Anh 159 (que ya incluyera Junghänel en registro para HM), pero no el BWV 118, que hoy se considera motete y no cantata, como hiciera Schmieder, de ahí su ubicación en el catálogo. Bo Holten rehúsa el empleo de instrumentos colla parte, y hace que sólo un continuo acompañe las voces (24) del magnífico coro flamenco. Sus versiones son extremadamente claras, un punto austeras, pero de noble aliento expresivo.

[Publicado en Diario de Sevilla el sábado 24 de mayo de 2008]


Bach: Lobet den Herrn, alle Heiden BWV 230. Coro de la Radio de Flandes. Bo Holten

P.S. Glossa incluye en el CD una interesante entrevista con Bo Holten, en la que justifica sus decisiones, la más polémica de las cuales es la de no usar instrumentos colla parte, como es ya habitual en la mayor parte de los acercamientos a estas obras. Las notas de los discos de Glossa solían colgarse en Internet, aunque la página del sello, que al parecer cambia de dueño y sale de España, está en reconstrucción y poco sé ahora mismo de su futuro.

jueves, 29 de mayo de 2008

Quintaesencia renacentista

La Quinta Essentia. Paul Van Nevel
LA QUINTA ESSENTIA
Huelgas Ensemble
Director: Paul Van Nevel

Poline Rennou, Axelle Bernage, Els Van Laethem, Véronique Bourin, cantus
Philippe Barth, contratenor
George Pooley, Nick Todd, Bernd Oliver Fröhlich, Tom Phillips, Stefan Berghammer, tenor
Matthew Baker, Gregor Finke, baritonans
Joel Frederiksen, Willem Ceuleers, bassus


1. Roland de Lassus (1532-1594): Missa Tous les regretz
2. Thomas Ashewell (c.1478-d.1513): Missa Ave Maria
3. Giovanni Pierluigi da Palestrina (c.1525-1594): Missa Ut re mi fa sol
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HARMONIA MUNDI HMC 901922 [77'19'']
Grabación: noviembre de 2005


El belga Paul Van Nevel sigue fiel a dos de sus grandes pasiones: la polifonía renacentista y la ciudad de Lisboa. Al Museo del Agua de la capital portuguesa se fue para grabar con su Huelgas Ensemble esta nueva muestra de exquisitez y profundidad en el entendimiento del canto a cappella del siglo XVI. Son tres misas de otros tantos maestros de la época, dos bien conocidos (Lasso y Palestrina) y otro poco familiar (el inglés Thomas Ashewell), las que se benefician de la transparencia, la intensidad y el detallismo que Van Nevel pone en todo lo que hace.

[Publicado en Diario de Sevilla el sábado 24 de mayo de 2008]


Ashewell: Gloria de la Missa Ave Maria. [7:44] Huelgas Ensemble. Paul Van Nevel

P.S. El Huelgas Ensemble fue posiblemente el primer conjunto que me conquistó y deslumbró por completo con programas de polifonía renacentista. Estábamos acostumbrados a las interpretaciones de los grupos ingleses, tan racionales y perfectas como gélidas e impersonales, cuando de pronto llegó Van Nevel y empezó a ofrecer algo distinto. Era por supuesto la transparencia, el equilibrio, pero también un énfasis en las relaciones horizontales de las voces, con timbres perfectamente individualizados y singulares, una calidez expresiva, una atención al detalle, una cercanía que hasta ese momento yo no conocía, al menos elevado a ese grado de perfección y pertinencia: todo sonaba tan natural, que parecía imposible que alguna vez se hubiera hecho de otra forma. Eran los años gloriosos en que Van Nevel y el productor Wolf Ericsson hicieron para Sony Vivarte discos absolutamente inolvidables (Febus Avant!, Codex Las Huelgas, Música para la corte del rey Janus de Nicosia, Italia Mia, In morte di Madonna Laura, Brumel, Festa, Rebelo, Manchicourt, Gombert, Pipelare...), con cantantes como Marie Claude Vallin, Katelijne Van Laethem, Marius Van Altena, Harry Van Berne, Stéphane Van Dijck, Harry Van der Kamp... Luego vino el paso a Harmonia Mundi y el Huelgas se renovó casi por completo (en este disco, sólo subsiste el bajo Willem Ceuleers de aquella época dorada). La transparencia y el equilibrio siguen ahí, incluso el refinamiento y el empaste son ahora mejores que nunca, pero ya no es lo mismo. Un disco extraordinario éste, sí, y sin embargo el recuerdo del Huelgas de hace quince o veinte años me lo deja pequeño. Seguramente será la edad.

Mena en Viena

Stabat Mater por Carlos Mena y Ricercar Consort
STABAT MATER
Carlos Mena, contratenor
Ricercar Consort
Director: Philippe Pierlot

François Fernandez y Luis Otavio Santos, violines
Philippe Pierlot, Kaori Uemura y Mieneke van der Velden, violas da gamba
Frank Coppieters, violone
Giovanna Pessi, arpa
Luca Guglielmi, clave y órgano


1. Giovanni Felice Sances (c.1600-1679): Stabat Mater (1643)
2. Johann Heinrich Schmelzer (c.1620/23-1680): Sonata IX a 5 (Sacro-profanus concentus musicus, 1662)
3. Anónimo: Salve Regina
4. Johann Heinrich Schmelzer: Sonata XI a 3 (Duodena selectarum sonatarum, 1659)
5. Johann Joseph Fux (1660-1741): Ave Maria
6. Johann Heinrich Schmelzer: Sonata XII a 3 (Duodena selectarum sonatarum, 1659)
7. Marc' Antonio Ziani (c.1653-1715): Alma Redemptoris Mater
8. Antonio Bertali (1605-1669): Sonata a 4
9. Leopoldo I (1640-1705): Regina coeli, "accompagnamento di viole del Antonio Bertali"
10. Johann Heinrich Schmelzer: Sonata IV a 6 (Sacro-profanus concentus musicus, 1662)
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MIRARE MIR 050 (Harmonia Mundi) [67'59'']
Grabación: 2006

Música de la corte vienesa representada por cinco maestros de capilla y un Emperador, Leopoldo I, que lo fue entre 1658 y su muerte en 1705. Apasionado melómano, Leopoldo dejó algunas obras como este Regina Coeli, cuyo acompañamiento fue escrito por el maestro de capilla Antonio Bertali, quien lo fue entre 1649 (reinaba por entonces Fernando III, padre de Leopoldo) y 1669. De él se ofrece una Sonata a 4. A Bertali lo sucedió Giovanni Felice Sances, cuyo Stabat Mater da título y abre el CD. Sances murió en 1679 y fue sucedido por Johann Heinrich Schmelzer, primer maestro de capilla imperial no italiano. Sus sonatas violinísticas (dos extraídas del Sacro-profanus concentus musicus y otras dos de las Duodena selectarum sonatarum) vertebran todo el disco. No tuvo mucha suerte como maestro de capilla Schmelzer pues falleció al año siguiente de su nombramiento a causa de la peste. En 1700 Leopoldo I nombró a Marc’Antonio Ziani segundo maestro de capilla, pero no sería hasta 1712, muertos ya Leopoldo y su sucesor José I y recién proclamado Carlos VI, cuando el músico asciende a la maestría de capilla. De él se ofrece el motete Alma Redemptoris Mater. Ziani murió en 1715 y su puesto lo ocupó Johann Joseph Fux, quien falleció en 1741, sólo unos meses después de Carlos VI. De Fux, este disco ofrece un breve Ave María.

Carlos Mena vuelve a mostrar su extraordinaria afinidad con la música religiosa del período y su extrema complicidad con el conjunto de Pierlot y Fernández. Desde el Stabat Mater de Sances, en el que las violas palpitan y respiran en estrechísima comunión con la voz del contratenor, esta fusión expresiva entre el timbre del vitoriano y el entramado instrumental del Ricercar Consort se manifiesta en mil y un detalles de articulación, de prosodia, de dicción, que dan cercanía y calidez a la interpretación. El Stabat Mater de Sances jamás había sonado con tal profundidad de detalles, con esa arrasadora pasión. El resto del programa vocal se mueve por parámetros parecidos, aunque quizá las otras obras no alcancen el sugerente poder emotivo de la de Sances. En las piezas instrumentales, François Fernández luce su agilidad y su virtuosismo, aunque en las Sonatas de Schmelzer el disco recién grabado por Hélène Schmitt para Alpha me parece insuperable.

[Publicada en Scherzo nº 230 - Mayo de 2008]


Leopoldo I: Regina coeli. [6:41] Carlos Mena. Ricercar Consort. Philippe Pierlot

miércoles, 28 de mayo de 2008

Detallismo franco-flamenco

Dufay (Motetes Vol.2) por Cantica Symphonia
Guillaume Dufay (c.1397-1474): SUPREMUM EST MORTALIBUS BONUM (Motetes, Vol.2)
Cantica Symphonia
Director: Giuseppe Maletto

Alena Dancheva, Laura Fabris y Maria Teresa Nesci, sopranos
Gianluca Ferrarini, Fabio Furnari y Giuseppe Maletto, tenores
Marco Scavazza, barítono

Guido Magnano, órgano
Marta Graziolino, arpa
Svetlana Fomina y Efix Puleo, fídulas
Mauro Morini y David Yacus, trompeta bastarda y sacabuche

Invitados:
Francesca Cassinari, Sveva Martin y Daniela Perlo, sopranos
Livio Cavallo, tenor
Daniela Godio, fídula

1. Supremum est mortalibus bonum, motete isorrítmico a 3 voces
2. Rite maiorem / Iacobum canamus / Artibus summis miseri reclusi, motete isorrítmico a 4 voces
3. O beate Sebastiane, motete a 3 voces
4. O sancte Sebastiane / O martir Sebastiane / O quam mira refulsit gratia, motete isorrítmico a 4 voces
5. Magnam me gentes laudes paciare, Minerva / Nexus amicitie musa medulante camenam, motete isorrítmico a 4 voces
6. Ave regina celorum (I), antífona a 3 voces
7. Ave virgo, que de celis, motete a 3 voces
8. Fulgens iubar ecclesie dei / Puerpera, pura parens, motete isorrítmico a 4 voces
9. Mirandas parit hec urbs florentina puellas, motete a 3 voces
10. Ave regina celorum (II), antífona a 3 voces
11. O gemma, lux et speculum / Sacer pastor barensium, motete isorrítmico a 4 voces
12. O proles Yspanie / O sidus Yspanie, motete a 4 voces
13. Moribus et genere Christo coniuncte / Virgo, virga virens, vires virtutibus affer, motete isorrítmico a 4 voces
14. Ave regina celorum / Miserere tui labentis Dufay, antífona-motete a 4 voces
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GLOSSA Platinum GCD P31904 (Diverdi) [78'16'']
Grabado en agosto y octubre de 2006 y septiembre de 2006


En el recorrido que hace por la música de Guillaume Dufay, Cantica Symphonia, el grupo dirigido por el tenor Giuseppe Maletto, completa los 20 motetes atribuidos a fecha de hoy al gran compositor franco-flamenco del siglo XV, añadiendo algunas composiciones sobre textos litúrgicos [en Glossa habían aparecido ya un primer disco de motetes y otro dedicado a las canciones; en el sello Stradivarius habían dejado antes otro par de ejemplares, uno con fragmentos de misas y otro con las Misas Resveillés vous y Ave Regina caelorum ]. La interpretación, que mezcla instrumentos y voces, es más detallista que intensa. Los motetes isorrítmicos han sido grabados con más descaro y agudeza, pero el oyente se sumerge en este CD en una infinidad de matices capaces de dar vida a las figuras retóricas de los textos.

[Publicado en Diario de Sevilla el sábado 24 de mayo de 2008]


Supremum est mortalibus bonum, motete isorrítmico a 3 voces de Guillaume Dufay. [6:52] Cantica Symphonia. Giuseppe Maletto.

P.S. He vuelto a escuchar el disco (no completo, me he centrado en los motetes isorrítmicos) y me reafirmo en mi idea de que hay opciones más intensas, en las que los contrastes resultan más afilados y vigorosos (Paul van Nevel en HM, sin ir más lejos), pero esta opción de Maletto es buenísima. La claridad de la polifonía, la resolución de los juegos de ritmos entre las distintas voces sin dislocaciones ni languidecimientos y la atención a los detalles de dicción y de dinámicas hacen esta interpretación especialmente recomendable para los interesados en zambullirse en el sentido de los textos y el tratamiento que el compositor hace de cada tema o de cada motivo. Para eso, cuentan además con unas notas extraordinarias, eruditas sin dejar de ser didácticas, firmadas por Guido Magnano.

Entrevista con Nuria Rial

Nuria Rial
"DOY GRACIAS CADA DÍA POR EL DON DEL CANTO"

Nacida en Manresa en 1975, la soprano Nuria Rial es sin duda una de las más destacadas cantantes españolas de la actualidad. Vinculada especialmente al mundo de la música antigua, Nuria Rial tiene en realidad un amplio repertorio, que abarca de las canciones de los vihuelistas españoles al repertorio contemporáneo. Residente en Alemania, en los últimos años ha reducido su presencia en los escenarios a causa de su maternidad, pero su producción discográfica no deja de crecer. Atenta siempre a la música española, Rial participó en noviembre de 2007 en el rescate en tiempos modernos de Hasta lo insensible adora, zarzuela de Antonio Literes que ofreció junto a otros destacados solistas españoles y el conjunto Armoniosi Concerti Camerata dirigido por Juan Carlos Rivera. Aprovechando los ensayos de esta producción, ofrecida en el XII Ciclo de los Siglos de Oro de la Fundación Cajamadrid, pudimos compartir unos minutos con ella.

-¿Puede contarme cómo fueron sus comienzos en la música?

-Empecé relativamente tarde, a los 11 años, primero con solfeo y piano, aunque ya desde los 15 me metí de lleno en los estudios de canto, que cursé paralelamente a los de piano.

-Creo que en su casa se escuchaba mucho jazz, pero nada de ópera...

-Así es. En mi casa no había músicos profesionales, pero sonaba a diario mucha música. Sin embargo, hasta que empecé mis estudios musicales jamás había tenido la ocasión de escuchar absolutamente nada del repertorio digamos clásico; escuchábamos la música que le gustaba a mi padre, sobre todo jazz y musical americano de Broadway. Nunca en mi vida había oído una ópera, una cantata de Bach o un lied alemán... nada de nada. Así que a partir de los 20 años, cuando inicié mi carrera profesional, empecé a descubrir un mundo por completo nuevo, que me fascinó y me atrapó... Aunque hoy creo que una sola vida no va a ser suficiente para conocer a fondo todas las maravillas que nos han dejado tantos y tantos maestros.

-¿Por qué tomó la decisión de dedicarse fundamentalmente a la música antigua?

-Pues la verdad es que no fue una decisión consciente, sino algo que ha sucedido así, sin buscarlo. De hecho fui a formarme a Basilea, pero no a la Schola Cantorum Basiliensis, el famoso centro de música antigua, como podría suponerse, sino a la Musik Akademie, o sea el conservatorio, donde tuve la suerte de estudiar con el profesor Kurt Widmer y donde cantaba y preparaba de todo, desde música renacentista hasta Berio, Alban Berg o György Kurtág.

-¿Cuáles fueron los momentos cruciales en sus inicios, esos que le hicieron intuir que lo de la música iba en serio, que iba a terminar dedicándose a ella de forma profesional?

-Ya a los 15 años mis profesores en el conservatorio me animaban a que me tomara en serio la música y a que hiciera todo lo posible por dedicarme a ella, pues decían que tenía muchas posibilidades. Así que cuando acabé el instituto decidí no ir a la universidad para poder dedicarme por completo a la música, cosa que en mi casa apoyaron también desde un principio sin miedos ni prejuicios de ningún tipo. Eso me ayudó mucho, porque me dio mucha seguridad. A los 20 años fui aceptada para cantar en el coro de cámara del Palau de la Música Catalana y ese fue mi primer sueldo. Desde ese momento supe con certeza que en el futuro me iba a dedicar por entero al canto.

-De usted se destaca habitualmente la naturalidad y la frescura de su voz. Escuchándola, cantar parece la cosa más sencilla del mundo. ¿Qué hay en su voz y en su estilo de don natural y qué de técnica y de trabajo?

- ¡Uf!, es difícil responder a algo así. Yo cada día doy gracias por el regalo de poder cantar, por este don, que en efecto yo siento como natural. Luego también hay trabajo, claro está, aunque a mí no me gusta llamarlo trabajo, ya que para mí es un placer, un auténtico placer el de ir buscando la manera de mejorar, la forma de encontrar el espacio más idóneo para la voz, la forma de librarme de tensiones y miedos a la hora de cantar, de expresarme mediante el sonido, de adquirir una técnica propia; ése es un camino muy muy largo, que yo no he hecho más que empezar a recorrer.

-Su dedicación a la música española es muy notable, desde el Renacimiento hasta el mismo siglo XX. El repertorio de la canción profana del Renacimiento lo trabajó intensamente con José Miguel Moreno, ¿cómo fue su relación?

-A José Miguel Moreno tengo mucho que agradecerle, pues él me acogió en su grupo Orphenica Lyra siendo yo muy jovencita y me dio la oportunidad de grabar aquel disco para el sello Glossa, Claros y frescos ríos, al que tanto cariño le tengo. Hicimos muchos recitales juntos, tanto con el grupo como los dos solos en formación de dúo, pero llegó un momento en que me di cuenta de que prácticamente no hacía otra cosa que música del Renacimiento español, que se había convertido en casi imposible hacer otras cosas, por eso conscientemente reduje el numero de conciertos con este repertorio, para tener un espacio para otros estilos y épocas, y para escapar de encasillamientos.

-Acaba de grabar una ópera de Toldrá...

-Sí, sí, se trata de El Giravolt de Maig. Eduard Toldrà es un músico al que yo conocía sobre todo por sus canciones para voz y piano. La verdad es que para mí ha sido un gran privilegio el que me incluyeran en el reparto de esta grabación con la Orquestra Simfònica de Barcelona y la dirección de Antoni Ros-Marbà para Harmonia Mundi. Creo que el disco ha quedado muy bien, estoy muy contenta con el resultado, lo cual no es muy normal en mí. No acostumbro a quedar muy satisfecha con las grabaciones discográficas, me da la impresión de que es difícil que en una grabación todo salga bien, pero esta vez todo el mundo ha dado lo mejor de sí mismo. Además para mí se trata de la primera grabación discográfica con un repertorio relativamente moderno, que nada tiene que ver con los trabajos anteriores en los que había colaborado, y por eso me hace especial ilusión.

-Desde Monteverdi a Toldrá, usted ha hecho muchas óperas barrocas, pero también de Mozart y de otros compositores del Clasicismo... ¿Qué período le interesa más?

-No puedo decir que haya un período en especial que me interese más que otro. Me atraen muchísimas vertientes de la música. Intento distinguir y tener claro lo que por ahora puedo hacer de cada época y aquello que creo que todavía no está a mi alcance o no lo va a estar nunca. Eso sí, en el Seicento italiano me siento como pez en el agua. Creo que podría estar una vida entera con el recitar cantando, sin necesidad de hacer nada más, pero luego pienso también, por ejemplo, en las obras sacras del barroco alemán, y no puedo renunciar a ellas, es una música demasiado grande, que me llena muchísimo. En repertorios más tardíos, recuerdo muy buenos momentos en conciertos con obras como el Requiem de Brahms, o el de Fauré, o el Pelléas et Mélisande de Debussy, que hice en el Teatro de Basilea.

-¿Cantó la Mélisande?

- No, de momento, no. Hice el papel de Yniold, el del niño, aunque me encantaría poder hacerla en el futuro, porque es una música y un personaje que me fascinan, y creo que le puede ir muy bien a mi voz.

-Sin embargo, últimamente no está haciendo mucha ópera en escena...

-Mi último trabajo en escena ha sido hace poco una Pamina en el Teatro Carlo Felice de Génova. Fue una gran experiencia. Pero por ahora me dedico más a los conciertos y a mi hijo, que tiene dos años y medio y al que me parece que no le gustaría demasiado tenerme fuera de casa dos o tres meses seguidos... Aunque sí he participado en varias producciones de ópera en versión de concierto, como Riccardo Primo y Lotario de Haendel. Además de las dos se hicieron grabaciones, Lotario apareció en el sello Oehms y Riccardo Primo va a salir dentro de poco en Harmonia Mundi. [En realidad, Deutsche Harmonia Mundi]

-¿Le interesa la ópera italiana del XIX? ¿Se ve haciendo en el futuro algún Puccini?

-Sinceramente, no lo sé, me veo escuchando mucho Puccini, pero cantándolo..., no sé, no sé, antes quisiera hacer muchas otras cosas.


Nuria Rial

-¿Le interesa la música actual de vanguardia? ¿Algún compositor le ha propuesto algún papel para una ópera o para alguna obra vocal?

- Sí, me interesa, aunque sólo puedo conectar con lenguajes en los que se conserve una mínima línea musical. En ese sentido he cantado obras de Antoni Ros-Marbà, y voy a cantar unas piezas del compositor turco Michael Ellison, por ejemplo.

-Usted ha trabajado ya con muchos de los más importantes conjuntos y directores del Barroco europeo, y prácticamente con todos los españoles; desde su punto de vista, ¿en qué nivel estamos?

-Pues me parece que tendríamos que apreciar muy mucho no sólo lo que ya tenemos, sino el progreso que venimos experimentando en los últimos años. Vivimos tiempos en los que en todos los lugares se recortan presupuestos para la cultura y para la música, y sin embargo en España no hago más que conocer nuevas salas de concierto recién estrenadas y con una acústica magnífica, es decir, que hay una voluntad real de seguir progresando para ponernos al nivel de los países europeos más desarrollados, esos que hace unos años nos llevaban muchísima distancia y ahora yo creo que no tanta. En cuanto a los directores y los conjuntos, lo mismo; creo que aquí hay tanto o más talento que fuera. Donde sí creo que se aprecian todavía importantes carencias es en la enseñanza, sobre todo por lo que hace a la de la música antigua, a la que no se le dedica en España la atención que merecería. Son muy pocos los conservatorios que ofrecen estudios de música antigua, así que estudiar y profundizar en instrumentos como podrían ser el arpa de tres órdenes, el cornetto, el salterio o el laúd resulta una difícil empresa...

-Decía antes que no le gustan demasiado las grabaciones...

- Bueno, no exactamente... No es que no me gusten, es que, a menudo, cuando las escucho, el resultado dista mucho de lo que yo había imaginado cuando las hacía, ya sea porque en ese momento dispongo de una cadena musical de pocos watios, o porque pienso que el técnico de sonido no le sacó el brillo suficiente a mi voz, o porque cuando escucho el disco han pasado ya meses o incluso un año desde que hice la grabación y en ese momento lo haría todo de otra manera, o porque cuando tocó grabar tuve un mal día y me doy cuenta cuando lo escucho y pienso que aquello quedó ya registrado para siempre... Son todas estas pequeñas cosas... La verdad es que por todo eso yo disfruto mucho más con los conciertos que con los discos, aunque me esfuerzo en transmitir la máxima emoción posible también en el formato digital.

-Sus trabajos con Philippe Pierlot han sido muy elogiados. ¿Está satisfecha de ellos?

-Sí, muy contenta, he hecho dos grabaciones con él, la primera, el Stabat Mater de Pergolesi fue muy arriesgada para mí, pues mi embarazo estaba muy avanzado, ya casi no podía con mi panza... Fue lo último que hice antes de dar a luz a mi hijo, y recuerdo que tuve que grabar sentada. Pese a ello, creo que quedó bonito. Hacer música con Philippe Pierlot es fantástico. También con Carlos Mena, un gran cantante y un buenísimo compañero.

-¿Cuáles son sus próximos proyectos discográficos?

-Aparte de la ópera de Toldrà en Harmonia Mundi, va a salir un CD de duettos con Lawrence Zazzo y la Orquesta de Cámara de Basilea dirigida por Laurence Cummings, para Sony Classics [En realidad, Deutsche Harmonia Mundi, que pese a la fusión entre BMG, de la que el sello dependía, y Sony, conserva su propia marca y su personalidad], una casa con la que estamos preparando un par de grabaciones más. Con Fabio Bonizzoni y su grupo La Risonanza he grabado un disco con cantatas de Händel, que debería salir en un futuro no muy lejano en Glossa. Y con L’Arpeggiata, el grupo que dirige Christina Pluhar, va a salir pronto un CD donde canto obras de Monteverdi, como el Lamento della Ninfa, y algunas otras piezas junto al contratenor Philippe Jaroussky.

-Dígame el nombre de su compositor preferido. Sólo uno.

-Imposible quedarme con un solo compositor, pero le voy a decir el nombre de uno que está vivo y en plena fase creativa: Bernat Vivancos.

Dicho queda.

[Publicada en Scherzo nº 230 - Mayo de 2008]



"Ma come amar", aria en dúo de Muzio Scevola, ópera estrenada en el King's Theatre de Haymarket (Londres) en abril de 1721 y de la que Haendel compuso el tercer acto. Nuria Rial, soprano. Lawrence Zazzo, contratenor. Orquesta de Cámara de Basilea. Laurence Cummings. Deutsche Harmonia Mundi. [El montaje para youtube es original de armycasa. Espero volver sobre este disco excepcional en breve]

martes, 27 de mayo de 2008

El centenario oculto

El clavecinista, organista y director holandés Ton Koopman
En 2007 se cumplió el tercer centenario de la muerte de Dietrich Buxtehude (Oldesloe, c.1637 – Lübeck, 1707), uno de los más grandes maestros del norte de Alemania anteriores a la eclosión de Bach. Con aquel motivo, la discografía del músico conoció una importante reactivación, especialmente por la integral de su obra que inició entonces Ton Koopman, aunque el paso de las grabaciones del sello danés Dacapo a Naxos también merece atención. En su momento, en esta página se dio noticia de la puesta en marcha de aquel proyecto de integral, y ahora es buen momento para analizar cómo se ha desenvuelto desde entonces.

El catálogo de Buxtehude (BuxWV) incluye 275 obras (135 vocales y 140 instrumentales), a las que habría que añadir un anexo de otras trece (8 de dudosa atribución y 5 indiscutiblemente falsas) y algunas piezas recientemente descubiertas. En el primer volumen de la colección, Koopman incluyó en dos discos la primera parte de las obras para clave (que están catalogadas entre el BuxWV 226 y 251, aunque está última corresponde a una colección de suites que no se ha conservado), añadiendo algunas piezas que no aparecen en el catálogo y otras escritas para órgano sin pedal y que, por tanto, son habitualmente interpretadas también en el clave. Con el volumen VI, el maestro holandés cierra las obras para clave (en su mayoría suites) con otros dos cedés (el segundo, de poco más de 35 minutos de duración). Los volúmenes III y IV eran otros tantos discos dedicados a la obra organística (en el catálogo oficial del músico, las piezas van de BuxWV 136 a 225), un capítulo de la obra del compositor que requerirá, por consiguiente, más publicaciones.

Buxtehude. Opera Omnia VI
Dietrich Buxtehude (c.1637-1707): OPERA OMNIA VI (Obras para clave, 2)
Ton Koopman, claves y virginal.

CD 1
1. Aria en do mayor BuxWV 246
2. Suite en mi menor BuxWV 236
3. Aria en la menor BuxWV 249
4. Suite en fa mayor BuxWV 239
5. Suite en la menor BuxWV deest
6. Canzona en re menor BuxWV 168
7. Suite en la menor BuxWV 244
8. Suite en do mayor BuxWV 227
9. Toccata en sol mayor BuxWV 165

CD 2
1. Aria Rofilis en re menor BuxWV 248
2. Suite en sol mayor BuxWV 240
3. Suite en mi menor BuxWV 237
4. Canzona en do mayor BuxWV 166
5. Courante en re menor BuxWV Anhang 6
6. Suite en sol menor BuxWV 241
7. Suite en do mayor BuxWV 229
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2 CD Challenge CC72245 (Diverdi) [62'02'' - 35' 02'']
Grabado en marzo de 2007
Instrumentos de Willem Kroesbergen:
Clave flamenco, según A. Ruckers
Virginal flamenco, según J. Ruckers
Clave italiano, según B. Stefanini



Toccata en sol mayor BuxWV 165. [4:19] Ton Koopman, clave de Ruckers.

El volumen II trajo el interesante rescate del oratorio El juicio final, obra de dudosa atribución, pero que Koopman defiende como incuestionablemente buxtehudiana y el V vuelve sobre las obras vocales con dos discos misceláneos, ya que recogen cantatas de muy diversa filiación, las dos obras litúrgicas reconocidas indiscutiblemente como del músico (el espléndido Benedicam Domino BuxWV 113 y la Missa brevis BuxWV 114), así como el dudoso Magnificat BuxWV Anh.1, los dos curiosísimos cánones (BuxWV 123 y 124) y una de las deliciosas arias de boda del músico, en concreto, la BuxWV 120, que canta de forma maravillosamente sensual la soprano Johannette Zomer.

Buxtehude. Opera Omnia V
Dietrich Buxtehude (c.1637-1707): OPERA OMNIA V (Obras vocales, 2)
Bettina Pahn y Johannette Zomer, sopranos.
Bogna Bartosz, Patrick van Goethem y Daniel Taylor, altos.
Jörg Dürmüller y Andreas Karasiak, tenores.
Donald Bentvelsen y Klaus Mertens, bajos.
Coro y Orquesta Barrocos de Amsterdam.
Director: Ton Koopman

CD 1 [74:40]
1. Benedicam Dominum BuxWV 113
2. Befiehl dem Engel, dass er komm BuxWV 10
3. In dulci jubilo
BuxWV 52
4. Jubilate Domino omnis terra
BuxWV 64
5. Ich suchte des Nachts in meinem Bette
BuxWV 50
6. Du Frieden-Fürst, Herr Jesu Christ
BuxWV 20
7. Divertissons nous aujourd'hui
BuxWV 124
8. Magnificat anima mea
BuxWV Anh.1
9. Wie wird erneuet, wie wird erfreuet
BuxWV 110

CD 2 [76:32]
1. Ihr lieben Christen, freut euch nun
BuxWV 51
2. Afferte Domino gloriam honorem
BuxWV 2
3. O fröhliche Stunden, o herrlicher Tag
BuxWV 120
4. Drei schöne Dinge sind
BuxWV 19
5. Missa brevis
BuxWV 114
6. Liebster, meine Seele saget
BuxWV 70
7. Canon duplex per augmentationem
BuxWV 123
8. Cantate Domino canticum novum
BuxWV 12
9. Nu lat oss Gud, var Herre
BuxWV 81
10. Herren var Gud
BuxWV 40
11. Heut triumphieret Gottes Sohn
BuxWV 43
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2 CD CHALLENGE CC72244 (Diverdi)
Grabado en marzo y diciembre de 2006 y enero de 2007



Liebster, meine Seele saget BuxWV 70. [4:02] Bettina Pahn, Johannette Zomer. Orquesta Barroca de Amsterdam. Ton Koopman

A esta altura del camino, y a la espera de que pueda escucharse alguna entrega de la música para conjunto instrumental (apartado del repertorio especialmente reactivado gracias al centenario), la evaluación global roza el sobresaliente. En la música para teclado, Koopman ofrece una auténtica lección de claridad expositiva, sensibilidad, elocuencia y profundidad expresiva, tanto en los órganos de Altenbruch y Lüdingworth, donde ha registrado los dos primeros discos dedicados al instrumento, como con los claves italiano y flamenco y el virginal flamenco en los que ha vertido las obras para clave.

En cuanto a las obras vocales, ya se dio cuenta de la importancia del oratorio El juicio final, mientras que del álbum de dos discos que forma el volumen V, puede decirse que la Orquesta y el Coro Barrocos de Amsterdam y el amplio equipo de solistas (Zomer, Pahn, Bartosz, van Goethem, Taylor, Dürmüller, Karasiak, Mertens, Bentvelsen) ofrecen una amplísima variedad de matices con impoluta y exquisita musicalidad, ardiente pasión e intensa vitalidad. Uno de los más importantes proyectos discográficos de nuestros días.

[Publicado (con modificaciones) en Diario de Sevilla el sábado 24 de mayo de 2008]