martes, 28 de abril de 2009

La ópera sevillana de Haendel

Rodrigo de Haendel por López Banzo
Georg Friedrich Haendel (1685-1759): RODRIGO HWV 5
drama en tres actos con libreto anónimo a partir de uno anterior de Francesco Silvani

Maria Riccarda Wesseling, mezzosoprano (Rodrigo)
María Bayo, soprano (Esilena)
Sharon Rostorf-Zamir, soprano (Florinda)
Kobie van Rensburg, tenor (Giuliano)
Max Emanuel Cencic, contratenor (Fernando)
Anna-Catherine Gillet, soprano (Evanco)

Al Ayre Español
Director: Eduardo López Banzo
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3 CD AMBROISIE AM 132 (Diverdi) [63'03'' - 47'54'' - 46'01'']
Grabación: Marzo de 2007


Acaba de finalizar el Festival de Música Antigua, en el que se ha rendido homenaje a Haendel en el 250 aniversario de su muerte y el próximo martes 14 de abril llega al Maestranza un nuevo título haendeliano, Orlando, una de las más singulares y extraordinarias óperas de madurez del músico, aunque el público sevillano sólo tendrá acceso a ella en una versión de concierto que ofrecerá Eduardo López Banzo y su conjunto Al Ayre Español. El director aragonés se ha sumergido en los últimos meses con entusiasmo en la obra lírica del compositor anglogermano, ya que con Orlando se presentó en 2008 en el Palau del les Arts Reina Sofía de Valencia y justo en estos días presenta en disco Rodrigo, segunda de las óperas haendelianas de temática española que López Banzo ha registrado para el sello Ambroisie (la anterior fue Amadigi di Gaula).

Con un libreto arreglado por mano anónima a partir de uno anterior de Francesco Silvani, Rodrigo fue la primera ópera que Haendel escribió en Italia. El estreno tuvo lugar en otoño de 1707 en el Teatro in Via del Cocomero de Florencia. La acción se desarrolla en Sevilla, donde Rodrigo, último rey de los godos españoles, ha establecido su capital; intrigas amorosas y políticas que terminan con la división de España en dos reinos y el exilio del monarca conforman el sujeto, sin asomo de historicismo alguno, de la obra.

El manuscrito conservado de Rodrigo está incompleto, y aunque en las últimas décadas se han encontrado fuentes secundarias en las que se encontraban partes significativas de la ópera, existen aún pequeñas lagunas que para esta grabación han tenido que ser reconstruidas a partir de otras obras del propio Haendel. La música no alcanza todavía el nivel de excelencia que el compositor iba a empezar a mostrar casi inmediatamente, con su segundo título lírico (Agrippina, 1709), pero representa ya un estadio avanzado del modelo virtuosístico de opera italiana que iba a ser desarrollado por Haendel en Inglaterra a partir del éxito londinense de su Rinaldo en 1711.
Como en Amadigi, López Banzo impone un ritmo ágil y vibrante, de extraordinaria teatralidad, que sostiene en una orquesta estupenda y un elenco más que notable, que encabeza la mezzo suiza Maria Riccarda Wesseling, que otorga nobleza y elegancia al protagonista principal. De las tres sopranos, brilla especialmente la israelí Sharon Rostorf-Zamir, de hermoso timbre, con graves deliciosos y una espléndida línea de canto; María Bayo está mejor en los momentos más íntimos (como en su lamento sacrificial del acto III), mientras que Anne-Catherine Gillet suena algo destemplada en el agudo. Soberbio en cambio el tenor Kobie van Rensburg, por homogeneidad, pujanza, brillo y expresión. El contratenor Max Emanuel Cencic cumple en el anodino y breve papel de Fernando.


Haendel: "Fredde ceneri d'amor" de Rodrigo. [3'05''] Sharon Rostorf-Zamir. Al Ayre Español. Eduardo López Banzo.

Fredde ceneri d'amor,
che languite in questo cor,
ite pur disperse al vento.
Già nell'anima entrò
del fellon che m'ingannò
messaggiero di morte lo spavento.

[Frías cenizas de amor,/ que languidecéis en este corazón,/ dispersaos al viento./ Ya en el alma entró/ el temor del traidor que me engañó,/ mensajero de muerte.]

P. S. He recuperado el texto que había escrito inicialmente para el sábado 11 de abril, que estaba pensado para servir de preludio y presentación al Orlando que el martes siguiente iba a ofrecer López Banzo en el Maestranza. Se me pasó por encima el pequeño detalle de que ese 11 de abril era Sábado Santo, uno de los tres días al año en que no salen periódicos, por lo que me quedé con la página colgada. Después, llegó la Semele de Christie, y pasada ya la actuación de Al Ayre Español, me pareció de mayor interés el DVD de Zúrich y por eso le concedí el espacio principal. Siguiendo los enlaces al PDF del sábado 25 de abril, los curiosos (si los hubiere) pueden leer la reseña tal y como finalmente se publicó.

2 comentarios:

Nicolás dijo...

Esta grabación supera a la de Alan Curtis en terminos de conducción pero los cantantes, salvo Van Rensburg y Sharon Samir,palidecen en comparación a los de la versión de Curtis.

Anónimo dijo...

No estoy de acuerdo. El cast es mucho más solido que el de Curtis y la interpretación es muy superior.