viernes, 19 de septiembre de 2008

El bolero

Un disco dedicado a Fernando Sor por el conjunto Laberintos Ingeniosos
Fernando Sor (1778-1839): GOYESCA
Laberintos Ingeniosos
Director: Xavier Díaz-Latorre

Lambert Climent y Lluís Vilamajó, tenores
Jordi Ricart, barítono
Pedro Estevan, castañuelas
Enrike Solinís y Xavier Díaz-Latorre, guitarras románticas


1. Cesa de atormentarme
2. Prepárame la tumba
3. Los canónigos, madre
4. Mucha tierra he corrido
5. Estudio

6. Las mujeres y cuerdas
7. Muchacha y la vergüenza
8. Cuando de ti me aparto
9. El que quisiera amando
10. Introducción, tema y variaciones Op.9

11. ¡Qué costoso es el logro!
12. Me pregunta un amigo
13. Lo que no quieras darme
14. Mis descuidados ojos
15. Sin duda que tus ojos
16. Fantasía para dos guitarras Op.41

17. ¿Cómo ha de resolverse?
18. Yo no sé lo que tiene
19. Cuántas naves han visto
20. Acuérdate, bien mío
21. Si dices que mis ojos
22. Puede una buena moza
23. Nilo Menéndez (1902-1987): Aquellos ojos verdes
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ZIG ZAG TERRITOIRES ZZT080201 (Harmonia Mundi) [64'32'']
Grabación: Noviembre de 2007

"La palabra 'bolero', que originariamente era un adjetivo, se usa hoy como sustantivo para designar una danza española, llamada siempre 'seguidilla', en la cual un bailarín, denominado bolero, introdujo unos pasos que exigieron algunas modificaciones en el movimiento y el ritmo de acompañamiento del aire primitivo." Así definía Fernando Sor el término 'bolero' en un artículo publicado en la Encyclopédie Pittoresque de la Musique (1835). Describe luego cómo pasó de ser un aire, esto es, un tipo de canción, a ser considerado un ritmo específico y las deformaciones y las degradaciones que sufrió a causa de su exportación a Francia.

Nacido en Barcelona, Fernando Sor había sido cantorcico en Montserrat, como Felipe Rodríguez, pero afrancesado convencido, de los que llegó a colaborar con José I, se exilió en 1813, alcanzó fama como guitarrista y compositor en lugares tan alejados uno del otro como San Petersburgo y Londres y nunca volvió a su ciudad natal. Sus seguidillas boleras, editadas por Brian Jeffrey en 1976 y 1999, documentan un género de música en el que confluyen ritmos y melodías populares (las había murcianas, manchegas y, por supuesto, también sevillanas, tan excesiva y penosamente vulgarizadas hoy) con el tratamiento armónico de un músico refinado.

Xavier Díaz-Latorre presenta este disco como si de una sesión en una Academia ilustrada de la época se tratara. Las canciones se agrupan en tres actos y un epílogo, aquellos cerrados con obras instrumentales del compositor y éste por un bolero cubano del siglo XX, el célebre Aquellos ojos verdes de Nilo Menéndez, una elección muy adecuada, pues basta con repasar los títulos del resto de piezas incluidas en el disco para apreciar la importancia que a la vista le daban los músicos (populares y no) de principios del siglo XIX. Por supuesto, la mayoría de estos aires, breves y simples, son de temática amorosa, pero no faltan las sátiras políticas o religiosas. Ya saben, lo de la sobrina del cura...


Sor: Los canónigos, madre. [2'00''] Laberintos Ingeniosos. Xavier Díaz-Latorre

3 comentarios:

Ginebra dijo...

Estupendo! Si normalmente me interesa todo lo que recomienda éste lo voy a buscar especialmente (todos tenemos un pasado... ejem, ya sabe) Gracias

Pablo J. Vayón dijo...

Ay, el pasado, el pasado...

Anónimo dijo...

Lo tengo, aún sin abrir, encima de la mesa, para hacer reseña... No acabo de decidirme a hincarle la oreja.
Por cierto, está reñidito lo de las Estaciones...