tag:blogger.com,1999:blog-4790766355657672552.post6126440647672545618..comments2024-02-25T09:22:53.800+01:00Comments on El martillo sin dueño: Wagner en el divánPablo J. Vayónhttp://www.blogger.com/profile/08644941184087032174noreply@blogger.comBlogger4125tag:blogger.com,1999:blog-4790766355657672552.post-76674462813700412572008-08-11T19:02:00.000+02:002008-08-11T19:02:00.000+02:00No quiero hacer yo aquí barata psicología de bolsi...No quiero hacer yo aquí barata psicología de bolsillo. Los efectos del arte en los individuos conforman un tema tan complejo que no se puede simplificar ni generalizar a bote pronto, pero lo que sí tiene más que confirmado la historia es que uno puede ser un melómano exquisito o un extraordinario paladeador de la poesía más refinada y elevada que se haya escrito jamás y a la vez un redomado hijo de puta, capaz de todo tipo de crueldades e iniquidades. Es así y conviene tenerlo en cuenta. En principio, lo que llamamos arte no es otra cosa que una forma de participación en la vida comunitaria, y cada cual se integra en ella según su propio modo de ser. El que "se siente mejor persona" después de escuchar pongamos por caso una cantata de Bach es porque tenía ese "ser mejor persona" dentro de sí; no creo para nada que esa posibilidad de mejora moral esté en la música de Bach. Por otro lado, la música ha sido siempre empleada en la guerra (y a veces también en la paz) para provocar espanto en el oponente. El sonido es invasivo por naturaleza; puedes no mirar en determinada dirección, pero no puedes dejar de escuchar. Yo soy un apasionado de la música y encuentro muchas razones para recomendar determinadas músicas a la gente, pero entre ellas no está desde luego la esperanza en la regeneración ni en la mejora moral de nadie, signifique eso lo que signifique. No es que yo sea un nihilista ni mucho menos, pero bastante escéptico, sí que soy. A lo mejor, va siendo cosa de la edad. :-)Pablo J. Vayónhttps://www.blogger.com/profile/08644941184087032174noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4790766355657672552.post-77306321633416249402008-08-11T12:31:00.000+02:002008-08-11T12:31:00.000+02:00Estoy totalmente de acuerdo contigo, aunque no sie...Estoy totalmente de acuerdo contigo, aunque no siempre me resulta tan facil mantener la distancia que aconsejan los años o siglos transcurridos y el desconocimiento de las circunstancias de cada persona. Pero lo intento. Respecto al poder redentor del arte... es facil dejarse llevar por esa idea cuando contemplamos una pintura o escuchamos una obra musical. Hay veces que es tanta la belleza que salimos del concierto sintiéndonos mejores personas. Y del mismo modo hay mucha gente que no puede admitir que alguien que creó una música tan hermosa como, por ejemplo, la de <I>La Walkiria</I>, pudiera ser un ególatra impresentable y antisemita. Yo misma me sorprendí indignada cuando una vez en la Facultad un profesor dijo en clase que tu paisano Velázquez era un... una mala persona, por decirlo con lenguaje correcto. Que por cierto, cuando fui enfadadísima a contárselo a otro profesor mío muy admirado fue cuando éste me dijo lo que tú sostienes: nunca, nunca juzgar a un hombre de otro tiempo con los criterios del nuestro.<BR/><BR/>Sobre la West-Eastern Divan, no consigo ser escéptica, ni siquiera aunque el propio Barenboim esté desilusionado. Creo que si en el mundo hubiera más personas como él y Edward Said las cosas serían muy diferentes. <BR/><BR/>Perdona que me enrolle, pero el tema es muy interesante :-)Vissi d'artehttps://www.blogger.com/profile/17407722939067450071noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4790766355657672552.post-85807843537290122932008-08-11T10:32:00.000+02:002008-08-11T10:32:00.000+02:00Verás, soy un historicista convencido. Esto signif...Verás, soy un historicista convencido. Esto significa que no me gusta hacer alegres juicios de valor sobre hechos del pasado con la perspectiva actual. A partir de lo que sabemos hoy, es muy fácil repartir medallas y cargar sambenitos sobre la actitud de hombres que vivieron en otro tiempo, con un conocimiento siempre parcial y fragmentado de su propia realidad, exactamente igual que el nuestro en relación con nuestro tiempo. La actitud de los artistas en el régimen nazi merece, por otro lado, multitud de pronunciamientos. No es lo mismo la del superministro Albert Speer que la de un trompetista de una orquesta de provincias, que se sacaba el carnet del partido para no perder su trabajo. Entre una y otra existen multitud de grados, cada una de los cuales nos tendría que merecer un juicio diferente. Además, es evidente que uno no es responsable del uso que de su trabajo hagan otros. El caso Wagner lo he usado sólo como ejemplo para expresar mi escepticismo absoluto sobre el poder redentor y moral del arte, algo que los amantes de la música (o de la literatura o del cine) tendemos con frecuencia a considerar sin análisis, y en consecuencia mi escepticismo absoluto acerca del poder de influencia de un proyecto como el del Diwan. Por otro lado, es evidente que la relación entre ética y estética se desdibuja con el tiempo. Hoy admiramos la audacia y la majestuosidad de las pirámides egipcias, sin que la esclavitud y la muerte de miles de seres humanos que supuso su construcción nos causen mayor trastorno, pero si alguien se atreviera a justificar que hiciéramos algo así hoy lo condenaríamos sin duda como un sádico malnacido y peligroso. Un beso, y si puedo hacer algo para quitarte ese baldón langiano de no haber visto a un Nat King Cole jovencísimo cantando <I>The blue gardenia</I>, aquí me tienes.Pablo J. Vayónhttps://www.blogger.com/profile/08644941184087032174noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4790766355657672552.post-27394795410221571872008-08-11T02:41:00.000+02:002008-08-11T02:41:00.000+02:00¿Sabes Pablo? el principal motivo de que yo me hay...¿Sabes Pablo? el principal motivo de que yo me haya mantenido alejada de la música de <B>Wagner</B> hasta hace muy poquito es precisamente este. Hoy pienso que lo que sus descendientes y el régimen nazi hicieron con su música es aberrante, por más que él fuera antisemita y bastante insoportable en general. Me ayudó a ver las cosas de otra manera un artículo de <B>Edward Said</B>; te pongo el enlace como complemento a tu acertado psicoanálisis:<BR/><BR/>http://www.cesarsalgado.net/misc/010909.htm<BR/><BR/>(No es muy allá la traducción, pero no lo he encontrado por otro sitio)<BR/><BR/>No obstante, creo que lo que expones es necesario recordarlo, porque ciertamente Wagner no tuvo ninguna culpa de cómo se utilizó su obra después, pero es bueno tener claro quiénes y cómo la instrumentalizaron, y hasta qué grado llegó el horror con que estuvo mezclada, entre otras cosas para que los wagnerianos militantes entiendan y toleren un poco más a quienes -como yo hasta hace poco- sienten un rechazo invencible hacia su música.<BR/><BR/>Respecto a <B>Fritz Lang</B>, director al que venero (y mi admiración viene también porque conozco lo que cuentas de su biografía), no he visto <I>La gardenia azul</I>, así que me he dejado tu post a medias. Ya seguiré comentando cuando la vea, jeje. <BR/><BR/>Un besoVissi d'artehttps://www.blogger.com/profile/17407722939067450071noreply@blogger.com